Fedeto (Federación Empresarial Toledana) ha presentado a su Junta Directiva un «informe demoledor (basado en datos de la Seguridad Social) en el que se pone de manifiesto el crecimiento exponencial de las bajas laborales, y cómo ello afecta de forma directamente proporcional al gasto público y a los costes de las empresas», a juicio de esta organización empresarial.
Al respecto, el secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, ha explicado en un vídeo las conclusiones del informe antes de acabar pidiendo un «debate social» sobre este asunto.
Absentismo laboral
En dicho informe se analizan los costes del absentismo tanto para las empresas como para la Seguridad Social.
Según dicho informe, en 2023, «en España, con una población protegida por el sistema de la Seguridad Social de 19.072.017 personas, el número total de bajas por procesos de ITCC (Incapacidad Temporal por Contingencia Común) fue de 8.106.077, lo que representa un 10,89% más que en 2022 y un 55,42% más que en 2018.
En CLM un 16,93% más bajas que el año anterior
En Castilla-La Mancha, con una población protegida de 706.473 personas, el número total de bajas por procesos de ITCC fue de 289.576, lo que representa un 19,63% más que en 2022 y un 88,39% más que en 2018.
En Toledo, las bajas fueron casi la mitad de la población protegida
En la provincia de Toledo, con una población protegida de 240.488 personas, el número total de bajas por procesos de ITCC fue de 117.897, lo que representa casi el 50% de la población protegida y un 28,53% más que en 2022 y un 124,31% más que en 2018.
Analizados los datos del periodo 2000-2023, el estudio concluye que el absentismo laboral crece de forma directamente proporcional al aumento del empleo y al crecimiento económico (periodos 2000-2007 y 2014-2023). Mientras tanto, decrece de forma inversamente proporcional al incremento de la destrucción de empleo y de la expansión de la crisis económica (periodo 2007-2014).
Para Fedeto, «los datos sugieren que en momentos de situación económica normal o positiva, el absentismo fraudulento crece exponencialmente y que tiende a reducirse cuando la economía se comporta de un modo negativo destruyendo empleo.
El coste del absentismo laboral
Como consecuencia, el coste del absentismo laboral en 2023 fue, en España, de 25.326.652.216 euros, un 17,65% más que en 2022 y un 172,86% más que en 2018.
De esos 25.326.652.216 euros, el 51,65% (13.081.223.172 euros) corresponde al gasto en prestaciones de la Seguridad Social (un 16,18% más que en 2022).
El 48,34% (12.245.429.044 euros) corresponde al coste directo de las empresas (un 19,26% más que en 2022). El gasto de España en ITCC equivale al 1,6% del PIB nacional.
En CLM, un 17,36% más de coste que en 2022
En Castilla-La Mancha el coste fue de 937.690.088 euros, un 76,52% más que en 2018 y un 17,36% más que en 2022. De esos 937.690.088 euros, el 48,35% (453.372.887 euros) se corresponde con el coste directo de las empresas; el 51,65% (484.317.201 euros) se corresponde con el gasto en prestaciones de la Seguridad Social. El gasto de la comunidad autónoma en ITCC equivale al 2% del PIB regional.
En la provincia de Toledo, el coste fue de 321.842.156 euros, un 82,98% más que en 2018, y un 19,31% más que en 2022. De esos 321.842.156 euross, el 48,34% (155.610.590 euros) se corresponde con el coste directo de las empresas; y el 51,65% (166.231.566 euros) corresponde al gasto en prestaciones de la Seguridad Social. El gasto de la provincia en ITCC equivale al 2,2% del PIB provincial.
«El 75% de los ingresos de la Seguridad Social deriva de las empresas y los trabajadores»
Expone Fedeto que «pese a que a primera vista parece que el gasto para la Seguridad Social es superior al de las empresas, no es así por varios motivos: el 75% de los ingresos de la Seguridad Social deriva de las empresas y los trabajadores».
Y añade Fedeto; «Aparte del coste directo a que antes se ha hecho referencia, las empresas tienen un coste añadido del que no se deja constancia en el informe porque no existen registros estadísticos: contratación laboral de sustitutos, horas extraordinarias, modificaciones organizacionales con clientes o proveedores, etc»
«Además, existe un ingente déficit en las cuentas de la Seguridad Social que se cubre a base de transferencias corrientes de los Presupuestos Generales del Estado, es decir, de los impuestos que pagan empresas y trabajadores. Ese déficit es estructural, supera los 42.000 millones de euros», concluye la organización empresarial toledana.