José Luis García Martínez ya es empresario. Tuvo una idea, la presentó a varios concursos, entre ellos Desafío 22 de Horizonte XXII, los ganó y dejó su trabajo en una gran empresa por materializar dicho proyecto que tantas alegrías le daba. Y en ello está. Trabajando mucho, pero con mucha energía. Su idea, Fidiliti, una aplicación para smartphones que permite a los usuarios llevar en su teléfono móvil todas sus tarjetas de fidelización, así como todas las ofertas, avisos, promociones y novedades de sus empresas favoritas.
Todo empezó hace unos años. Estaba trabajando en una gran empresa y comenzó a estudiar un máster. Ahí surgió la idea. Era un plan para aprovechar bien todas las tarjetas de fidelización y gustó tanto que ganó varios premios.
Al principio era un trabajo para el máster, pero al final «tuve que tomar una decisión o seguía en la empresa donde estaba trabajando o me centraba en esto». Y eligió lo segundo.
Uno de los últimos paso que ha dado antes de constituirse como empresa, esto sucedió hace unos cuatro meses, fue participar en la plataforma Desafío 22 de la fundación Horizonte XXII de Globalcaja, donde ganó el primer premio.
«Ganamos 50.000 euros lo que nos ha permitido acelerar y contratar gente», comentaba José Luis, quien espera que a final de año haya más de 10 empresas utilizando este servicio.
La idea es que los usuarios tengan en una misma aplicación todas las tarjetas y programas de fidelización y que las empresas, a través de un convenio con Fidiliti, presten ese servicio directamente al usuario lo que les supondrá un ahorro en costes de hasta un 90 por 100.
New Caro, Deportes Moya, Tino González y, la última en sumarse al proyecto, Coronel Tapioca son algunas de las casi 10 empresas que ya están en Fidiliti.
«ES COMO UN BEBÉ»
José Luis, de familia conquense, nació en Madrid. Ahora ha vuelto a su tierra, a Cuenca, donde ha establecido la empresa, al tiempo que han abierto una oficina en la capital de España por pura logística.
A sus 30 años José Luis se la ha jugado por su idea y, a pesar de que ha arriesgado mucho, lo tiene claro: «Esto es como un bebé que hay que estar pendiente de él todos los días».
Eso implica que «se sufre mucho porque no llegas a fin de mes…», es «complicado» hasta que lo pones en marcha y empiezan a llegar los usuarios, las empresas y la facturación.
José Luis reconoce que si no hubiese sido por los premios, que le han permitido tener financiación, hubiese sido muy difícil ponerlo en marcha.
Además aportan, como en el caso de Desafío 22, un apoyo importante en cuanto a la experiencia de profesionales se refiere. «Horizonte ha sido una experiencia por como se vuelcan con los proyectos para que salgan adelante, además he tenido a compañeros con proyectos increíbles. Por un lado está el premio, que es importante para sobrevivir y crecer, y, por otro, los contactos que haces».
Apoyo que viene muy bien porque aunque «yo lo veía muy claro», siempre hay complicaciones y, al final, «todo cuesta no el doble sino multiplicado por 10».
Junto con las empresas ya han llegado los primeros usuarios, unos 4.000 en cuatro meses.
Por lo tanto, «si tienes una ilusión, al final se puede conseguir». Eso sí, hay que «aguantar, seguir y, pase lo que pase, pensar que hay que sacarlo adelante».