Gas Natural Castilla-La Mancha ha renovado recientemente su organigrama con el nombramiento de Roger Serrat como nuevo director general, sustituyendo en el puesto a Juan Manuel Belda. El nuevo director reconoce el trabajo de su antecesor y asegura que la compañía mantendrá en la región su nivel de inversión para el año que acaba de empezar, pese a la coyuntura económica actual.
Roger Serrat acaba de aterrizar en Castilla-La Mancha. Es el nuevo director general de Gas Natural Castilla-La Mancha, sustituyendo así a Juan Manuel Belda. Llega desde Aragón y Cataluña, donde durante seis años ha estado trabajando en la expansión de la compañía.
Ahora comienza una nueva etapa que afronta con ilusión porque «Castilla-La Mancha tiene una previsión de crecimiento alto», comentaba Serrat, quien indicaba que «esto, desde el punto de vista profesional, es todo un reto y más aún viniendo de una zona donde el nivel de implantación es muy alto».
Su objetivo es mantener el ritmo de crecimiento e incluso superarlo, aunque asegura que «el listón está muy alto, porque Juan Manuel Belda ha conseguido darle un ritmo de crecimiento muy alto».
«Estamos hablando de unos 11.500 y 12.000 puntos de suministros nuevos al año. Esto al final son instalaciones», matizaba Serrat. Actualmente, el acumulado es de 215.000 puntos de suministros» en Castilla-La Mancha.
MANTENER EL ESFUERZO
A pesar de que la situación actual es complicada, «la buena noticia es que no bajamos nuestro esfuerzo inversor, sino que seguimos en la misma línea», indicaba Serrat, quien apuntaba que la inversión del año pasado en la región rondó los 29 millones.
Gas Natural Castilla-La Mancha se ha adaptado a los nuevos tiempos y fueron previsores, ya que «la nueva construcción ha bajado su actividad y esto lo hemos notado», de ahí que «hemos sido bastante ágiles de focalizarnos en la finca que existe».
Serrat matizaba que «claro que vemos que el mercado está duro», ya que ahora la gente se lo piensa bastante antes de tomar una decisión que signifique desembolsar dinero, pero «realmente seguimos teniendo un ritmo muy alto de crecimiento» porque «hay muy poca gente cerrada al gas natural». De hecho, «la gente una vez que tiene gas natural no se cambia otra vez ni a gasoil, ni a butano ni a eléctrico».
En la actualidad, el índice de cobertura, que mide el porcentaje de habitantes de Castilla-La Mancha que puede utilizar el combustible, es del 54 por 100. En cuanto a los municipios castellano-manchegos donde ya está la infraestructura, la penetración es del 46 por 100.