Ha comenzado contando la anécdota que le sucedió a los 18 años, cuando intentó afiliarse a la UGT «pero como era concejal en Toledo me dijeron que era imposible, ya que un concejal, según ellos, no era un trabajador. Y no me afiliaron».
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, durante su intervención en el séptimo Congreso Regional de UGT, que se está celebrando en Albacete.
Es el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha desvelado que entre «mis secretas ambiciones está afiliarme a UGT, será cuando deje la política». Minutos más tarde, José María Álvarez, secretario general de UGT en España, le pedía que se afiliara ya y que lo hiciera tanto a UGT como a CC.OO., provocado la sonrisa de los asistentes al séptimo Congreso Regional ordinario de UGT Castilla-La Mancha, que se celebra en Albacete durante hoy, lunes 25 de abril, y el martes 26 bajo el lema «La Unión en pie».
Page ha recalcado que a pesar de la que está cayendo en España contra los políticos, «no voy a pedir perdón en mi vida por ser político, lo creo como vocación y me lo creo». A pesar de que «ser político ahora es más difícil que hace 15 ó 20 años, por el cultivo social que hay (en contra de los políticos).
El dirigente regional ha insistido en que todavía «no hemos salido de la crisis, lo más seguro es que vamos a ir a un nuevo proceso electoral y se han dilapidado los eslóganes oficiales de que hemos encontrado el mundo que queríamos. A no ser que ese mundo sea que la gente cobre 500 euros al mes…».
«UNA DE LAS COSAS MÁS OBSCENAS QUE VI FUE ASISTIR A UNA REPRESENTACIÓN TEATRAL…»
Ha dejado claro que si para algo «quiero ser un presidente progresista es para que las víctimas del problema no se conviertan en los culpables», recordando que «de las cosas más obscenas que vi fue asistir a una representación teatral que intentaba convencer a los españoles de que los culpables de la crisis eran las propias víctimas, lo cual es doblemente grave. El origen de la crisis fue el mundo de la especulación financiera».
Page ha dicho que desde que es presidente de Castilla-La Mancha «me dan más las gracias que la enhorabuena, porque la gente intuye que solo con el cambio ya hemos cumplido la mitad. Eso no significa que no haya que ir más deprisa, pero sabéis lo que hubiera pasado si no se hubiera producido un cambio político en la región».
Y ha matizado que va a ser crítico «y autocrítico. Porque no voy a ser presidente para recuperar la situación de cómo estábamos en 2006, también tengo que saber por qué perdimos en 2007 y no quiero olvidar lo que nos llevó a perder, no volveré hacia atrás».
«HUBO GENTE QUE LOS ÚLTIMOS CUATRO AÑOS ESTUVO, POR MIEDO, CALLADA»
Ha criticado que haya gente «que ha vivido por encima de nuestras posibilidades, gente que vive muy bien a costa de las posibilidades de todos», y se ha preguntado «¿por qué durante estos últimos años se ha intentado machacar a los sindicatos de clase y a los partidos políticos de izquierdas?».
De regreso a Castilla-La Mancha, el presidente recuerda que «todo el mundo quiere la recuperación ya, cada uno lo suyo lo primero. Pero es que hay gente que ha estado callada, por miedo, durante los últimos cuatro años (durante el Gobierno «popular» de María Dolores de Cospedal). No fue el caso de los sindicatos, y hay que reconocerlo. Hay gente que ha consentido y entendido las políticas de esos cuatro años, y yo quiero que me digan las cosas, no quiero una sociedad con los brazos caídos».