Iberdrola ha cerrado 2015 con un impacto económico de 308 millones de euros en Castilla-La Mancha, ratificando así su papel como uno de los principales motores económicos de esta comunidad autónoma, en la que, durante el pasado año, ha realizado compras por valor de 93 millones a más de 800 proveedores de la región y ha invertido alrededor de 66 millones de euros.
Asimismo, el impacto fiscal de la actividad económica que la compañía ha llevado a cabo en la región ha superado los 94 millones de euros, los salarios han alcanzado la cifra de 55 millones y la plantilla ya asciende a 560 personas.
Ignacio Galán, presidente del Grupo, ha destacado que «Iberdrola está al servicio de la sociedad, del interés general y de las necesidades reales de las personas y, en este sentido, maximiza su contribución económica y social en las comunidades en las que está presente a través, entre otras cosas, de las compras a sus proveedores».
AUMENTO DE RETRIBUCIÓN
En esta comunidad autónoma, Iberdrola cuenta, además, con 11.000 accionistas que este año se beneficiarán de un aumento del 4% en su retribución con respecto a 2014. De esta forma, y teniendo en cuenta que estos accionistas poseen un total de 30,4 millones de títulos de Iberdrola, la empresa les repartirá una retribución con cargo a 2015 de, al menos, 8,5 millones de euros.
Iberdrola tiene previsto centrar sus esfuerzos durante 2016 en el desarrollo del proyecto de implantación de las redes inteligentes en Castilla-La Mancha, un despliegue que ha supuesto ya la reforma de más de 3.700 centros de transformación y la sustitución de más de 464.000 contadores tradicionales por los nuevos equipos dotados de telegestión en toda la región, con potencia contratada igual e inferior a 15 kilovoltios (kV), el 67 por 100 de todo su parque de contadores en la comunidad.