Iberdrola ha conseguido reducir su índice de interrupciones en el suministro eléctrico en los primeros ocho meses del año hasta los 38 minutos, lo que supone una mejora del 23 por 100 respecto a los 50 minutos que registró de media en los últimos tres años
La calidad del servicio lograda por la Compañía, que ha mejorado de forma progresiva durante los ejercicios precedentes, se debe al importante esfuerzo inversor que ha realizado Iberdrola para mantener, mejorar y ampliar sus instalaciones de distribución de electricidad en la región.
Durante 2012, la Empresa ha llevado a cabo una campaña de revisión de líneas eléctricas que ha incluido la inspección de un total de 9.000 kilómetros de tendidos de muy alta, alta y media tensión. Además, ha finalizado la primera fase de la ampliación de la subestación de Sigüenza, en Guadalajara.
Paralelamente, la Compañía ha continuado con el despliegue de la red eléctrica inteligente en Castilla-La Mancha. Concretamente, la primera fase se centra en la ciudad de Albacete, donde en los próximos ejercicios prevé sustituir los más 110.000 contadores de los clientes a los que atiende, así como adaptar los más de 650 centros de transformación que articulan su red, incorporando elementos de telegestión, supervisión o telecontrol.
Iberdrola acometerá, a partir de 2013, este proceso de renovación en sus infraestructuras del resto de las localidades castellano-manchegas. De esta forma, está previsto que, a finales de 2018, los 712.000 puntos de suministro a los que da servicio tendrán contadores inteligentes y sus cerca de 6.000 centros de transformación también funcionarán con este tipo de tecnología. Este proyecto supondrá una inversión total de 90 millones de euros.
Estas nuevas instalaciones van a permitir no sólo la modernización de la infraestructura eléctrica de la Compañía en esta comunidad, sino también un importante desarrollo de la economía castellano-manchega a través de contratos con empresas y proveedores locales.
Iberdrola está fuertemente arraigada en Castilla-La Mancha, región en la que, desde hace más de 100 años, desarrolla su actividad tanto de generación como de distribución de electricidad. En total, cuenta con una importante red eléctrica con la que atiende a unos 712.000 puntos de suministro, de los que más de 260.000 se ubican en Toledo, cerca de 250.000 en Albacete, otros 110.000 en Cuenca, más de 90.000 en Guadalajara y más de 2.000 en Ciudad Real.