La empresa cárnica ‘Embutidos y Jamones España e Hijos S.A.’, ubicada en Escalonilla (Toledo), ha exportado a 50 países el 25 por ciento de los 500.000 jamones que ha producido este año, con un aumento del 15 por 100 sobre el 2014, aunque su producto «estrella» es el lomo, del que es el primer productor nacional.
«Ha sido un buen año, de crecimiento», valora el gerente de la firma toledana, Miguel Ángel España, que en entrevista destaca que la empresa familiar, con 30 años de vida, y que aún preside su padre, Miguel, y gestiona junto a tres hermanos, va a acabar el año con 27 millones de euros de facturación y el 25 % proviene de la exportación a 50 países, entre los que destaca el asiático, con Hong Kong a la cabeza, seguido de los de Australia y México.
A nivel nacional desvela que trabajan con la mayoría de las grande cadenas alimenticias con presencia en España, como Carrefour, su primer gran destino, Alcampo, Eroski, Caprabo, etc.
El mayor de los hermanos España, que empezó en 1990, refleja que el éxito reside en contar «con un buen departamento de exportación, buenos productos, una fábrica homologada y tecnologías adecuadas para poder adaptarse a los nuevos mercados» en un sector «con una bestial competencia» al existir en el país más de 3.000 fabricantes.
No obstante, afirma, «la salud del sector del jamón sigue creciendo, cada año un 15-18 %, es un mercado constante y las exportaciones están en plena evolución» en España y el extranjero.
Reconoce su satisfacción por ser el primer fabricante de lomo del país, donde ocupa el puesto 40 dentro de un ránking que completan hasta 2.000 firmas, porque aclara que es un producto que «de momento, no tiene salida al exterior».
«DURANTE LA CRISIS NO SE HA DESPEDIDO A NADIE»
Pero más orgulloso se siente de que «hemos tenido la suerte de que en estos años de crisis no se ha despedido a nadie» en una plantilla que ronda el centenar de empleados y que, en estas fechas, ha crecido un 15 %.
Un aumento que viene determinado porque «este último trimestre del año es clave, ya que hacemos un 35-40 % de las ventas de todo el año, por el aumento del consumo, y es tremendo el trabajo».
«Es algo de lo que más orgullosos nos sentimos, el no eliminar puestos de trabajo, a pesar de la crisis» y, encima, de que «la gran mayoría son del pueblo», sin olvidar que «todos han trabajado duro» lo que, ha desvelado, ha llevado a la dirección a ‘premiarles’ con una paga de beneficios coincidiendo con las fiestas navideñas.
España valora que «tenemos una buena plantilla» y, por eso, «las cosas son más fáciles» para poder atender a casi el millar de referencias que produce la empresa y en la que se afanan también sus hermanos Diego, desde 1992, Mari Carmen, que llegó en 1996, y Rubén, que adquiere responsabilidad en 2007.
200 PRODUCTOS
«Son muchos países, cada uno con su etiquetado, y hablamos de 200 productos» entre jamones, repartidos al 50 % entre cerdo blanco e ibérico, embutidos curados y adobados de todo tipo -salchichón, chorizo, morcilla o fuet, y fiambre, cada uno en distintos formatos, y con especial crecimiento del envasado en lonchas, refrenda.
Sobre la variación en los precios, Miguel Ángel sostiene que «muchos están anormalmente bajos» que ha achacado, en parte, al cierre de la frontera de Rusia, por su conflicto con Ucrania, y el correspondiente excedente de carne de cerdo.
«Nos ha beneficiado en la compra barata de materias primas, pero lo contemplo a corto plazo, porque a más largo tiempo se corre el riesgo de que esos precios baratos se conviertan en caros y el cliente cambie de producto», alerta.
Entiende, en este sentido, que «para mi, a nivel de fabricante, no es bueno», si bien no esconde que «el año ha sido bueno, porque se ha comprado mercancía barata, y los márgenes han crecido».
«El mercado se basa en la oferta y demanda, y no todos los productos del cerdo actúan de igual manera, y si bajan hay que aplicar esas mismas rebajas al jamón y los embutidos», concluye.