Es mucho el dinero y el esfuerzo que la empresa José y Ramón Baeza SL ha destinado en materia de prevención de riesgos laborales. Por eso su satisfacción fue máxima al saber que la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) les había otorgado uno de sus galardones en reconocimiento a esta labor continuada en el tiempo.
Tanto a sus instalaciones de la calle Extremadura de Mocejón como en las de la calle La Perdiz del Polígono Industrial Toledo II (donde cuentan con seis naves), también dentro del municipio de Mocejón, acuden cada tres meses los técnicos de una empresa externa que revisan tanto las dependencias como la maquinaria que emplean. Los trabajadores igualmente cumplen escrupulosamente con la normativa en prevención.
Todo ello ha tenido su repercusión en la salud laboral de la plantilla y en la significativa reducción de los accidentes laborales.
José y Ramón Baeza SL cuenta con 20 trabajadores fijos. Creada hace 75 años, esta empresa familiar se dedica a la fabricación y montaje de estructuras metálicas, cerrajería, puertas y automatismo. En estos momentos, como ocurre en todas las empresa, está sufriendo las consecuencias de la crisis, sin embargo el hecho de tener una clientela fiel y una buena imagen y reputación dentro del sector ayuda mucho en este empeño.
Sus principales clientes empresas, fundamentalmente de la construcción, de la zona de Toledo pero también de Madrid. El prestigio ganado durante todos estos años se ha traducido en una cartera de clientes que no deja de aumentar y que abarca desde las más importantes empresas constructoras de la región hasta organismos oficiales tales como comunidades autónomas, ayuntamientos…, pasando por clientes particulares de todo tipo. Se han realizado obras de gran envergadura y dificultad como una iglesia parroquial en Madrid, aparcamientos en Toledo… Seguir creciendo y continuar con el proyecto de reforma de las instalaciones del Polígono Industrial están dentro de su cartera de objetivos.
El fundador de la dinastía fue Ramón Baeza Navarro, quien inició la actividad hace más de 75 años. A raíz de su fallecimiento en 1971 fueron sus hijos, José y Ramón, los que se hicieron cargo de la continuidad del negocio. La consolidación que promovieron a partir de entonces fue de tal magnitud que en el año 1991 decidieron constituirse como sociedad limitada para adecuar su estructura a la enorme expansión que el negocio estaba desarrollando. Desde entonces la empresa no ha parado de aumentar su cuota de mercado basándose siempre en productos de muy alta calidad a precios competitivos.