La Cámara de Comercio de Toledo ha pedido hoy al Ayuntamiento de la capital que baje el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y la recién implantada Tasa de Residuos Sólidos Urbanos, dos de los impuestos locales que gravan la actividad económica de las empresas en la ciudad.
En un comunicado, la Cámara de Comercio ha exigido al Ayuntamiento de Toledo que inste a la Dirección General del Catastro a actualizar los valores catastrales de los inmuebles de la ciudad, ya que se cumplen los requisitos previstos en la ley por la que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica.
En Toledo, tal y como ha explicado la Cámara de Comercio, la ponencia de valores, que es el documento en el que se recogen los criterios para determinar el valor catastral, entró en vigor en 2008, un año en el que el valor de mercado de un inmueble «distaba sustancialmente del que puede tener hoy en día».
Por esta razón, este órgano considera que si se tienen en cuenta los estudios de la Dirección General del Catastro sobre la situación de los valores en los diferentes municipios, a Toledo para el año 2014, le resultaría aplicable una reducción del 0,73 sobre el valor catastral, lo que se traduciría en una disminución del IBI y de la Tasa de Basura.
La Cámara, como órgano consultivo de la Administración y en representación de los intereses generales del comercio, la industria y los servicios, ha asegurado que la revisión de los valores catastrales en los términos expuestos contribuiría a rebajar la presión fiscal a que se ven sometidas las empresas y a mejorar el impulso de la actividad económica en la ciudad.
En esta misma línea, en otro comunicado de prensa, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Toledo, Claudia Alonso, ha opinado que si finalmente el gobierno local decide no acogerse a las medidas ofrecidas por el Ejecutivo central para reducir los recibos del IBI «estará hipotecando a los toledanos y a los futuros gobiernos municipales, que se encontrarán con una ciudad en ruina».
A su juicio, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page «sabía que tenía esta posibilidad y la ha estado ocultando y tergiversando».