La cosecha de frutos secos en Castilla-La Mancha será cuatro veces superior a la anterior, sobre todo en la almendra, de la que se espera una producción de unas 8.500 toneladas frente a las 2.000 toneladas recogidas la pasada campaña.
Estas son las estimaciones que ha hecho la Mesa Nacional de Frutos Secos, que sitúan el incremento de la cosecha en la comunidad autónoma castellanomanchega en la campaña 2015-2015 en un 426,1 %, según ha informado hoy en una nota de prensa Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha.
Este incremento se reflejará especialmente en la almendra, el fruto seco más numeroso en Castilla-La Mancha, que tendrá una producción de unas 8.500 toneladas.
Es una cifra muy superior a las 2.000 toneladas de la campaña anterior, aunque ésta fue la que tuvo la producción más baja de los últimos seis años, según ha precisado el técnico sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias, Jesús Ángel Peñaranda,
El incremento se debe a la ausencia de heladas significativas y a las buenas condiciones meteorológicas que ha habido en el periodo de floración-cuajado.
No obstante, Peñaranda ha advertido que se da la circunstancia de que Albacete y el sureste de Cuenca están teniendo una primavera muy seco, lo que de mantenerse puede provocar una disminución del rendimiento y de la estimación actual.
En cuanto a las plagas y enfermedades, no se han detectado incidencias en Castilla-La Mancha a excepción de los ataques de gusano cabezudo registrados en la provincia de Toledo y en la Comarca de Campos de Hellín.
Estos ataques se registran con más frecuencia en zonas con elevada superficie de almendro en producción ecológica, dada la inexistencia de tratamientos efectivos para este sistema de producción.
Para el pistacho, un fruto seco en expansión en Castilla-La Mancha, todavía es prematuro dar una estimación y también hay que tener en cuenta las hectáreas de este cultivo que están en plena producción, ya que tarda aproximadamente siete años en dar sus primeros frutos.
En este sentido, Peñaranda ha informado que en el territorio de la comunidad autónoma hay unas 4.700 hectáreas de este fruto y cada año se realizan unas 200 o 300 hectáreas de nuevas plantaciones.
De las 4.700 hectáreas, unas 3.550 están injertadas y, de éstas, se considera que unas 1.400 son las que se encuentran en plena producción.