La Denominación de Origen Valdepeñas, cuyas bodegas este año han molturado 100,8 millones de kilos de una uva que destaca por su excelente estado sanitario, sabe expresar a través de sus vinos la personalidad de Castilla-La Mancha en cuanto al clima y a la tierra se refiere.
Desde la Denominación de Origen Valdepeñas destacan las temperaturas extremas que se vivien en la región y las propiedades de la tierra para el cultivo del vino.
En Castilla-La Mancha, «los suelos son pobres en materia orgánica y de escasa fertilidad». Además, destacan los terrenos calizos, franco arenosos y de tierra arcillosa. A su vez, suelen darse escasas precipitaciones lo que «dotan al cultivo de una gran resistencia».
Por otra parte, desde la D.O. destacan las horas de sol (más de 2.500 al año) y los días despejados (300) lo que facilita que se consiga «unas uvas de buena maduración y una producción de vinos de mayor intensidad colorante, óptima estructura y potencia aromática».
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