La economía de Castilla-La Mancha registró en el segundo trimestre del año una desaceleración en línea con el enfriamiento de la economía española, debido al contexto interno de incertidumbre política y a la situación exterior, por el Brexit, los aranceles y la guerra comercial de Estados Unidos y China.
Así lo ha manifestado este jueves el director del Termómetro Económico de Castilla-La Mancha, el profesor Mario Donate, en la presentación del informe correspondiente al segundo trimestre de 2019, junto a la vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Fátima Guadamillas; y el gerente de la Fundación Eurocaja Rural, Vicente Muñoz.
2,2 por 100 de crecimiento del PIB
Según los datos del Termómetro, entre abril y junio se ha producido una evolución del producto interior bruto (PIB) regional menor que en el primer trimestre y que en el mismo periodo del año pasado.
Así, el PIB de Castilla-La Mancha creció un 0,2 respecto al trimestre y un 2,2 % en tasa interanual, por debajo del crecimiento del primer trimestre.
Donate ha señalado que, aunque es preocupante el estancamiento de las exportaciones y ciertos signos de agotamiento del consumo interno, la situación de partida es «muy distinta» de la crisis que se vivió en 2008 por la sobreexposición al ladrillo y los problemas de deuda del sistema financiero, ya que esas circunstancias no se dan ahora.