La extinta Sociedad de Carreteras de Castilla-La Mancha, actualmente integrada en la empresa pública Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (Gicaman), generó una deuda tributaria de 65 millones debido a que no liquidó el IVA desde 2007, si bien el montante mayor corresponde a 2010 y 2011.
En un encuentro con los medios de comunicación, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, ha concretado que, en concreto, la deuda corresponde a 53,8 millones por el impago del IVA y 11,5 millones de euros a recargos e intereses de demora.
García de la Calzada ha señalado que, para hacer frente a esta situación, la Consejería de Fomento ha solicitado a la Agencia Estatal de Administración Tributaria un aplazamiento del pago de la deuda en cinco años y, para que éste se conceda, probablemente hoy mismo el Gobierno regional firmará un aval de garantía de cumplimiento de pago.