La Fundación Caja Castilla La Mancha y los representantes de los trabajadores han iniciado la negociación para poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a toda la plantilla, compuesta por 78 trabajadores, con el objetivo de garantizar su supervivencia.
Este ERE, según ha informado la fundación en un comunicado, se plantea con el fin de adecuar los costes de personal y la organización del trabajo a la situación actual de la organización, y también garantizar la estabilidad presente y futura de la misma y procurar el mantenimiento de la práctica totalidad de los puestos de trabajo.
En declaraciones a Efe, el asesor jurídico de la Fundación, Rogelio Sánchez, ha indicado que el ERE afectará a los 78 trabajadores de la fundación en los ocho centros de trabajo de la región y, en algunos casos se plantean reducciones de jornadas y, en otros, extinciones de contratos.
Sánchez ha explicado que ayer, 16 de enero, se constituyó la mesa negociadora y se entregó la documentación, por lo que todavía las partes tienen que estudiar esta documentación y se espera que la negociación de las medidas se empiece a concretar en la próxima reunión, prevista para el 24 de enero.
A pesar de que ha destacado que las medidas del ERE aún están por negociar, Sánchez ha señalado que, en principio, todas las partes se han mostrado con un «talante abierto».
La Fundación Caja Castilla La Mancha considera en el comunicado que este ERE es necesario para la normalización organizativa y económica de la entidad, que se inició el pasado mes de abril con la toma de posesión de los nuevos patronos, ante la dimisión en bloque de los anteriores.