La Panificadora de Tomelloso (Ciudad Real) tramitará un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a sus 28 trabajadores y a los 8 de la empresa Productos de Alimentación, que llevaban entre 3 y 8 meses sin cobrar sus salarios.
La decisión fue adoptada tras la celebración de la junta extraordinaria de socios de ambas empresas, que se celebró ayer y en la que acordaron iniciar la tramitación de un expediente de regulación de empleo de carácter extintivo para el conjunto de la plantilla, según ha informado hoy CCOO en nota de prensa.
Los empleados de la Panificadora de Tomelloso se volvieron a concentrar
Mientras que los socios estaban reunidos, los empleados se volvieron a concentrar en la puerta de la Panificadora para exigir soluciones a su crítica situación, ya que estaban sin trabajo efectivo desde el pasado 24 de marzo.
«Es muy triste, pero es la única decisión positiva que cabía esperar», ha señalado el responsable de CCOO-Industria de Ciudad Real, David Vera, que ha valorado que los socios se «dejaran de parches para afrontar una solución definitiva».
La «lenta agonía» de la Panificadora y de la red de panaderías donde se vendían sus productos se inició cuando el pasado 24 de marzo, después de que Sanidad precintara las instalaciones tras sucesivas advertencias sobre las deficientes condiciones de salubridad en las que elaboraba sus productos, ha recordado Vera.
[ze_summary text=»Los socios pretendían lograr desprecintar las instalaciones para recuperar la actividad, pero no acometieron las inversiones y las obras de adecuación imprescindibles»]Los socios pretendían lograr desprecintar las instalaciones para recuperar la actividad, pero no acometieron las inversiones y las obras de adecuación imprescindibles[/ze_summary]Simultáneamente, el administrador de la sociedad cayó enfermo y los socios pretendían lograr desprecintar las instalaciones para recuperar la actividad, pero no acometieron las inversiones y las obras de adecuación imprescindibles para reanudar el trabajo.Los empleados acudieron del 24 de marzo hasta el 11 de abril a su puesto de trabajo, aunque no tenían actividad y, entre el 12 de abril y ayer, la junta directiva de la empresa dio «vacaciones» a las plantillas de la panificadora y de las tiendas, que acumulaban nóminas impagadas sin perspectivas de solución.
«Es cierto que las circunstancias han sido las que han sido: la enfermedad del administrador, el precinto sanitario de la panificadora, pero para los trabajadores ha sido un calvario porque han estado meses sin ingresar ni un euro», ha subrayado Vera.
En este sentido ha remarcado que, aunque la decisión adoptada ha llegado tarde, al menos, cuando concluya la tramitación del ERE, los trabajadores podrán cobrar el paro.