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la segunda comunidad más afectada 12/02/2014junio 9th, 2017

Los regantes castellanomanchegos soportan un sobrecoste de más de 20,8 millones de euros anuales en la factura de la luz tras la entrada en vigor de la reforma energética del pasado mes de julio. De esta forma, Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma más perjudicada por la última gran subida tarifaria debido a que está entre las regiones con mayor extensión de superficie regable modernizada, según un estudio presentado por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) a tan solo dos semanas de las movilizaciones en contra de la medida.

De esta forma, los regantes castellanomanchegos pagarán de su bolsillo cerca de la quinta parte del sobrecoste total de la factura eléctrica derivada de la última reforma, estimado en más de 100 millones al año para el conjunto del regadío español. Y es que desde que se suprimieran las tarifas especiales para riego en 2008, la luz se ha encarecido con la excusa del déficit de tarifa en una media superior al 80 por 100, con un incremento de los costes fijos -los regulados- de más del 1.000 por 100.


Este estudio evidencia cómo las comunidades que han transformado en mayor medida sus explotaciones hacia sistemas de riego más eficientes son también las más afectadas por la nueva norma, ya que, aunque permiten un ahorro de agua de hasta el 20 por 100, duplican la demanda energética necesaria para funcionar.

En la actualidad, Castilla-La Mancha suma ya cerca de medio millón de hectáreas de superficie regada, de las que más de un 95 por 100 son abastecidas con estos sistemas de riego eficientes. Concretamente, el riego de superficie (sin modernizar) se ha reducido a la mitad, pasando de representar cerca del 10 por 100 del regadío castellanomanchego en 2002 a cerca del 5 por 100 en 2013. Por el contrario, el riego modernizado ha pasado del 82 por 100 a más del 95 por 100 en idéntico periodo.

EL REGADÍO, CONTRA LAS CUERDAS

Fenacore recuerda que las decisiones adoptadas por la Administración en materia energética en estos últimos seis años están poniendo a la actividad del regadío contra las cuerdas, hasta el punto de que la subida escalonada de la electricidad está condenando a la desaparición a la que hoy por hoy es la única garante de los alimentos básicos.

Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que las reivindicaciones y negociaciones que viene haciendo el sector desde 2008 no han encontrado respuesta por parte del Ejecutivo, el regadío volverá a unir fuerzas para solicitar la puesta en marcha de un paquete de medidas que permita conseguir un escenario tarifario justo y más competitivo. Para ello, regantes de toda España se manifestarán simultáneamente ante sus respectivas delegaciones de Gobierno el próximo día 26 de febrero, coincidiendo prácticamente con el inicio de la campaña de riego que arrancará en marzo.

Dentro de estas reivindicaciones, vuelve a cobrar fuerza la aplicación de un IVA reducido en el suministro eléctrico para regadíos, dado que ya existen antecedentes similares en países de nuestro entorno como es el caso de Italia, donde curiosamente las negociaciones de su Gobierno con la Comisión Europea han conseguido dar luz verde a esta medida, mientras que la Administración española parece moverse por motivos más recaudatorios que de interés general.

FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA

Ahora mismo los regantes están obligados a pagar por unos costes de peajes de acceso durante todo el año, a pesar de que únicamente los utilizan en primavera y verano, ajustándose a las necesidades de los cultivos. Este servicio, que es el que más se ha incrementado desde la desaparición de las tarifas especiales para reducir el déficit tarifario, permite el Gobierno asegurarse el cobro de unos ingresos fijos que de otro modo podrían perderse, al reducirse los consumos actuales sobre los previstos antes de la crisis.

En este sentido, los regantes advierten que no están pidiendo un trato de favor, sino algo tan lógico como es pagar de acuerdo a su régimen de uso estacional, ya que carece de sentido que con la excusa del déficit de tarifa sean los usuarios los que paguen de su bolsillo los errores de la política energética de estos últimos años, mientras las compañías eléctricas siguen registrando beneficios.

Por esta razón, los regantes de toda España reivindicarán también el próximo 26 de febrero bajo el lema «El regadío agoniza. No al tarifazo eléctrico» pagar únicamente por la potencia realmente utilizada en lugar de la contratada para evitar un gasto innecesario fuera de los meses de riego. En su defecto, piden que nuestra legislación permita realizar más de un contrato al año con las compañías eléctricas o bien, despenalice los contratos de temporada.

Con el fin de avanzar en la modernización de regadíos y minimizar los costes energéticos derivados de este proceso, exigirán la articulación de la normativa marco adecuada para facilitar la producción de energía distribuida cerca de los centros de consumo, eliminado las trabas administrativas actuales.

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