Durante estos días, Encastillalamancha ha mostrado las posibilidades del vino castellanomanchego, pero la mejor forma de conocerlo es vivirlo y probarlo a través de las diversas rutas que existen en la región.
Las posibilidades para acercarse al mundo del vino son múltiples. En la región, denominaciones de origen y bodegas se muestran al consumidor tal y como son a través de visitas y rutas en las que no falta la tradicional cata.
En Castilla-La Mancha se puede visitar, por ejemplo, la bodega de Iniesta, en el corazón de La Manchuela; así como empresas que han recibido reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional, sin olvidar aquellas que están en plena ruta del Quijote y de los Caminos del Vino.
Además, el visitante tendrá la posibilidad de realizar una cata de los caldos castellanomanchegos. Vista, olfato y gusto centrados en una copa de vino.
Las propuestas son muy diversas y el número de bodegas es grande. Pinchando en este enlace descubrirá algunas de las que se han sumado al enoturismo en cada una de las provincias de la región.