Ser el mayor viñedo del mundo vuelve a suponer un problema, después de que la última vendimia registrase una producción histórica de 30 millones de hectolitros lo que conllevó excedentes y medidas que no a todos gustaron. Ahora, una nueva sorpresa, la del precio, mantiene en tensión al sector.
Sobre la mesa continúa la destilación obligatoria del vino que, según el último acuerdo, si en el mes de septiembre se comprueba que no hay problemas de mercado no se aplicaría. Esta medida se tomó debido a los excedentes que aún las bodegas castellanomanchegas tenían tras haber logrado la cosecha más grande de la historia.
Mientras tanto en la región se empezó con la vendimia y los primeros problemas llegaron de la mano del precio, un precio a la baja que ha provocado la crítica de los productores que hablan de «insulto» y, al cierre de esta información, no descartan movilizaciones para protestar.
Pese a que este año, de nuevo, las previsiones apuntaban a una cosecha excelente en cuanto a cantidad y calidad, el precio no era el esperado.
Los primeros en conocerse fueron los de la Denominación de Origen Valdepeñas. Las dos principales bodegas de la región, las valdepeñeras Félix Solís y Vinartis (de García Carrión, colgaban sus tablillas que sorprendía a los viticultores. Estos consieraban que los precios fijados no se corresponden con la calidad de la uva destinada a la elaboración de vinos con Denominación de Origen Valdepeñas y se preguntaban –como informa EFE- si merece la pena entregar la uva a la denominación.
ENTRE UN 15 Y UN 23 POR 100 MÁS BARATA
En el caso de Bodegas Vinartis los precios de la uva tinta (la blanca se conocerá más adelante) presenta una bajada de entre el 15,14 y el 23 por 100 respecto al año pasado y en función del grado.
En cuanto a Félix Solís, ésta pagará la uva tinta un 17,11 por 100 más barata que el año pasado.
Unos precios que incluso llevó al alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, a pedir diálogo matizando que el precio de la uva debe dar para vivir al agricultor.
Así están los primeros días, a falta de conocer lo que harán en el resto de denominaciones y bodegas, de una vendimia que ya ha comenzado «calentita».