La fábrica de cemento de Lafarge en Villaluenga de la Sagra (Toledo) cerrará el ejercicio 2014 con una producción de cemento de 400.000 toneladas, aproximadamente un 10% más que el año anterior, cantidad a la que habría que sumar otras 830.000 toneladas de clinker, el mineral artificial que sirve de base para producir cemento.
Los datos los ha aportado hoy la directora de la planta toledana, la de mayor capacidad instalada de Lafarge, Maruxa Suárez, en un encuentro con medios de comunicación en el que ha hecho balance del año.
Para 2015, la empresa trabaja con unas previsiones «algo optimistas» pero todavía «con un crecimiento muy lento» que llegará gracias a la obra pública, con «un marco de inversión un poco más favorable».
En este contexto Suárez ha recordado que, en la actualidad, España tiene un consumo de cemento de unos 9 millones de toneladas cuando «debería estar en torno a los 20-25 millones», una cifra que se alcanzará, aunque «el crecimiento será muy lento».
Y Lafarge confía en beneficiarse de ese crecimiento gracias a su «excelencia empresarial» e innovación, «algo que nos diferencia de nuestros competidores».
De esta innovación, Suárez ha destacado dos de sus productos: la hidromedia, un tipo de hormigón permeable que permite recuperar el agua, y la cronolia, que tiene un tiempo de fraguado mucho menor del habitual, y que, por ejemplo, permitió reparar una pista del aeropuerto Adolfo Suárez en una sola noche.
Entre los logros de 2014, la directora de la fábrica de Villaluenga ha destacado la reducción en 64.000 toneladas de emisiones de CO2 gracias a la sustitución de combustibles sólidos por biomasa, lo que «nos ha permitido evitar que 90.000 toneladas de residuos vayan al vertedero».
El equipo directivo de Lafarge en Toledo se siente, además «especialmente orgullosos» de sus datos de siniestrabilidad laboral ya que, a día de hoy, suman 2.032 días sin accidentes que hayan supuesto la baja.