Las empresas cooperativas agroalimentarias de Castilla-La Mancha que busquen una integración comercial y una fusión empresarial entre ellas tendrán prioridad directa en las ayudas que se destinan a través del Programa de Desarrollo Rural (PDR).
Así lo ha asegurado hoy el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, que ha recibido a los miembros del Comité de Seguimiento del PDR en la Escuela de Administración Regional en Toledo para decidir los criterios de selección de todas las medidas del PDR.
Martínez Arroyo ha manifestado que para la Consejería es una «cuestión capital, de primera importancia» el que las cooperativas tengan mayor tamaño y mayor capacidad de negociación en la cadena alimentaria, por lo que la Administración va a ayudar a que «sea posible».
Para conseguir este objetivo, el consejero ha destacado que van a condicionar las medidas del PDR, enfocándolas a apoyar a las cooperativas que den «los pasos de integración» para que tengan «prioridad directa en estas ayudas».
«Tenemos poco tamaño empresarial para la capacidad que podemos tener», ha señalado Martínez, quien ha valorado que aunque han particularizado muchas veces el sector del vino, «no hay que olvidar otros sectores».
El consejero ha estado acompañado por el presidente de Cooperativas Agroalimenarias de Castilla-La Mancha, Ángel Villafranca, y por los secretarios regionales de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Julián Morcillo y José María Fresneda, respectivamente.
Villafranca se ha mostrado satisfecho por la apuesta del PDR para «ganar dimensión» en el tejido empresarial de las cooperativas de Castilla-La Mancha, ya que, en su opinión, esta dimensión les va a dar «la suficiente fuerza comercial y la suficiente logística» para llegar a los mercados, que «muchas veces no están en el territorio español».
Esto «no supone que tenga que desaparecer la cooperativa del mundo rural», ha asegurado Villafranca, que ha añadido que el objetivo es «unir la fuerza a la hora de acudir a los mercados para tener mayor poder de negociación» y, de esta manera, «dinamizar el medio rural y mejorar en lo posible el nivel de vida de los agricultores».
Por su parte, Fresneda y Morcillo han valorado el nivel de interlocución que ha alcanzado la Consejería con el sector agrario, «algo fundamental», según ha resaltado el secretario de Asaja en la región, que ha agradecido al consejero que «no esté haciendo nada de espaldas al sector».
«Hay 1.500 millones de euros, no para repartir, sino para que se optimice y dinamice la figura del agricultor», ha apuntado Fresneda, quien ha añadido que el agricultor tiene que ser «el principal protagonista del desarrollo de este PDR» ya que, a su juicio, es «quien hace que un pueblo funcione o no, porque a su alrededor hay mucha actividad».
Morcillo ha destacado que antes de llegar a esta reunión han podido plantear sus observaciones a la Consejería, algo que «no había ocurrido otras veces», y que una vez se aprueben los criterios de selección esperan que se atiendan sus propias demandas.
Algunas de estas demandas de UPA hacen referencia a que se tomen medidas para «razas autóctonas, la extensificación en zonas concretas, las plantas aromáticas o incluso un tema pequeñito como el de la cunicultura», ha indicado Morcillo.