En sólo nueve meses, el grupo creado por Cajastur-Banco CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura, Liberbank, ha reducido su exposición inmobiliaria en 1.044 millones, de los que 602 millones se han conseguido gracias a una operación suscrita con los fondos Bain y Oceanwood.
De hecho, es precisamente este traspaso de activos, con un descuento próximo al 60 por 100 sobre su valor en libros, unido al esfuerzo por fortalecer el balance, lo que ha hecho que Liberbank haya dotado de golpe más de 600 millones, según ha informado hoy la entidad a la CNMV.
En cuanto a la evolución del negocio, el margen de intereses fue de 303 millones de euros, un 10,7 % menos, por la menor aportación de la actividad minorista.
Los ingresos por comisiones se redujeron un 5,2 %, hasta 130 millones, con lo que los ingresos típicos bancarios (intereses y comisiones) quedaron en 433 millones y el margen bruto cayó un 32,9 %, hasta 500 millones, después de que el resultado de operaciones financieras se redujera un 77,6 % en tasa interanual.
Asimismo, los gastos de explotación bajaron un 2,2 %, hasta 292 millones.
Así, el resultado antes de provisiones o margen neto se situó en 182 millones tras reducirse un 56,4 %, que se convierten en unas pérdidas de 463 millones antes de impuestos por un deterioro de activos de unos 232 millones y otros quebrantos por importe de 434 millones.
Estas dos partidas hacen que el total de saneamientos de Liberbank ascienda a 666 millones.
Gracias a estas dotaciones el banco que dirige Manuel Menéndez eleva las coberturas del 40 al 50 % y mantiene sus ratios de solvencia, tanto de CET 1, con el 10,3 %, como el total, en el 12 %, por encima de los requerimientos, antes de la ampliación de capital de 500 millones aprobada ya por sus accionistas.
Liberbank ha bajado su morosidad al 10,5 %, lo que se traduce en casi 1.500 millones en un año o 225 millones en tres meses, por lo que mantiene su objetivo de reducirla hasta el 9 % a cierre de 2017 y dejarla próxima al 5 % en 2018.
A esta caída del saldo de morosos, además de la venta de activos inmobiliarios, ayuda el aumento del saldo vivo de crédito a empresas y familias, que creció un 0,3 %, hasta alcanzar 19.812 millones.
En el caso de las empresas dicho saldo ha aumentado un 4 %, hasta 5.000 millones, y en el de las familias, un 10,5 %, con un avance en hipotecas del 0,2 %, a pesar de que las formalizaciones de estos préstamos crecieron un 95,1 % y en un 64 % de los casos se suscribieron a tipo fijo.
En créditos al consumo, creció un 13,5 %, añade la nota.
La cartera de préstamos refinanciados se situó en 1.412 millones a cierre de septiembre, de los que el 82,6 % estaban clasificados ya como dudosos «por aplicación de una política de prudencia».
El traspaso de plazos fijos a depósitos a la vista y a fondos de inversión continuó en el tercer trimestre, con un aumento de estos últimos del 19,7 % respecto al tercer trimestre de 2016, hasta 2.467 millones.
En total, los recursos fuera de balance alcanzaron los 5.017 millones, un 6,9 % más que un año antes.
A finales de septiembre, la liquidez del banco de disponibilidad inmediata era de 6.779 millones y la capacidad de emisión de 3.915 millones.