Liberbank ha presentado hoy a los sindicatos y a los trabajadores un plan de prejubilaciones voluntarias al que podrán acogerse unas 612 personas que cumplen las condiciones de edad, a las que ofrece entre el 75 % y el 80 % del salario neto.
En concreto, el citado plan, anunciado ya a finales de junio, contempla una renta mensual para el empleado hasta que cumpla 63 años, que será equivalente al 60 % de su salario bruto fijo actual, sin reducción de jornada ni reducciones del ERTE, y con unos límites de un mínimo del 75 % y un máximo del 80 % del salario neto que percibiría de seguir trabajando.
Igualmente, se mantienen las condiciones de los préstamos de empleados en vigor, en tanto que Liberbank pagará el mantenimiento de las pensiones de prejubilación de aquellos trabajadores acogidos a este plan, hasta los 63 años.
El plan de bajas incentivadas prevé que aquellos trabajadores nacidos con anterioridad a 31 de diciembre de 1956, saldrán de la entidad el 31 de diciembre de 2015.
Un año después, el 31 de diciembre de 2016, saldrán los trabajadores nacidos en el año 1957; y el 30 de junio de 2017, los nacidos en 1958.
Tras haber presentado el plan a los sindicatos y a la totalidad de la plantilla, compuesta por unas 5.200 personas, ahora, el banco lo comunicarán personalmente a los empleados afectados, que son aquellos nacidos en los años 1956, 1957 y 1958.
La ejecución de este plan de bajas incentivadas tendrá un coste estimado, a valor actual, de alrededor de 111 millones de euros, un importe que ya está provisionado por Liberbank.
Tras conocer el plan, el sindicato Csica ha asegurado que las condiciones que incluye son «paupérrimas», que lo sitúan como el peor de entre los acometidos en el sector financiero.
Csica ha rechazo este plan al considerar que una vez los trabajadores extingan su contrato de trabajo, se enfrentarán a un conjunto de peligros como que no percibirán desempleo o que no habrá exención fiscal alguna.