Ha nacido 1085, una «exótica ginebra toledana». El calificativo es del experto gastronómico Federico Oldenburg, quien puntúa la calidad de «notable».
Un momento de la presentación de la ginebra 1085 en Toledo.
El creador de la ginebra 1085 es Licores Caro, una empresa de Yepes (Toledo) cuya historia se remonta a los bisabuelos, Orosio y Agueda, y al año 1923.
Eran los años 20 del siglo XX y en la familia se cuenta que fue precisamente la bisabuela Agueda la que decidió montar la destilería. Se dedicaba concretamente al sector de la cerámica, pero la fortuna le sonrió y, entre comprarse un coche o montar una pequeña destilería, eligió la segunda opción.
Anécdotas familiares aparte, lo cierto es que esta empresa familiar ha llegado ya a la cuarta generación.
En 2001 Orosio Gómez-Caro González y sus tres hijos decidieron modernizar y dinamizar la empresa familiar.
Ahora, la cuarta generación continúa con el legado familiar. Orosio Gómez-Caro Velasco se encuentra al frente de una empresa que no para de innovar dentro de su sector, la fabricación de licores y bebidas espirituosas.
UNA GINEBRA PARA PLANTAR CARA A LA CRISIS
En Licores Caro se enfrentan a la crisis «sacando productos nuevo», confesaba Velasco.
La última incorporación, a las nueve referencias de licores que tienen, es la ginebra 1085 con la que quieren llegar a aquellos consumidores que buscan productos artesanos de calidad.
El proceso de elaboración es lento, se tarda unos tres días, pero al final merece la pena.
«Vamos a ir sacando series cortas», matizaba Velasco. Series que hacen honor a su nombre, 1.085 botellas. En breve sacarán la segunda tirada de una propuesta que está recibiendo buenas críticas.
La ginebra 1085 forma parte de la propuesta de productos de Licores Caro entre los que se encuentra el licor de limón «Limoncillo», el de hierbas «Gómez-Caro» o su crema de mazapán.