Los comerciantes de Castilla-La Mancha afrontan con cierto optimismo las rebajas de enero, que en la comunidad empezaron el pasado día 2 y confían que poder recuperar algo a partir de ahora la «desastrosa» campaña de ventas de Navidad.
Así lo han puesto de manifiesto, en declaraciones a Efe, el presidente de la Asociación Regional de Comerciantes, el conquense Pedro Evangelio, y el responsable de este sector en Albacete, Lorenzo López, quién también forma parte de la junta directiva a nivel nacional.
Ambos confían en que se mantenga la tónica de estos primeros días de enero, cuando las ventas del comercio minorista han ido «bien» y así poder compensar algo, aunque no suplir, a la «desastrosa campaña navideña», según López.
El consumidor, según coinciden ambos, se ha estado «reteniendo» en sus gastos y ha esperado hasta ahora, aunque «rebajas encubiertas ha habido desde hace varias semanas».
Han enfatizado, asimismo, los «graves perjuicios» que la liberalización horaria y de días de apertura va a tener para el pequeño comercio, que no podrá competir con las grandes superficies, que serán las más beneficiadas por la medida.
A Lorenzo López le parece «criminal» este tipo de medidas, que llevarán a muchos comercios al cierre, con la consiguiente pérdida de empleo de calidad, ha afirmado.
Hoy, 7 de enero, es uno de los festivos autorizados por el Gobierno regional para la apertura de los comercios, según la Orden de la Consejería de Economía y Hacienda publicada el pasado día 15 en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, que incluye un total de diez domingos y festivos en los que se permite la apertura de los establecimientos.
Los castellano-manchegos se encuentran entre los españoles que menos dinero van a gastar en las rebajas, unos 74 euros por persona, seis euros menos que a nivel nacional, según la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI).
En Castilla-La Mancha, como en el resto de España, cada año ha ido disminuyendo el dinero que la gente destina a las compras en rebajas, y se ha pasado de los 145 euros de media en 2007, cuando todavía no había crisis, a 134 el año siguiente, 94 euros en 2009, 89 en 2010, 80 en 2011, 83 euros por persona en 2012 y 74 en 2013.