Desde la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Ciudad Real, han felicitado a Amfar por seguir los pasos de la asociación en la difusión de la «joyería cinegética», con el taller que ha realizado en la II Feria de Mujeres Rurales Emprendedoras de Bolaños.
«Resulta grato ver que nuestra labor en estos últimos años no ha pasado desapercibida, no sólo por este tipo de iniciativas, una oportunidad para mujeres emprendedoras, también por el incremento de establecimientos de joyería que en este tiempo han incorporado en sus lineales las joyas cinegéticas, nuevos materiales y diseños más innovadores, pues poco a poco están dejando de producirse de forma totalmente artesanal y ya es una realidad, que se están popularizando como otros muchos productos», indican desde la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Ciudad Real en un comunicado de prensa.
El desarrollo, promoción y difusión de la «joyería cinegética», ha sido para la asociación de Ciudad Real, una importante línea de actuación en la que se ha estado trabajando desde 2009, mostrando a la sociedad una línea de joyas menos conocida y haciendo más visible el trabajo de muchos de nuestros grandes profesionales de la joyería dispersos por toda la provincia.
Las joyas cinegéticas, con cuernos, huesos, colmillos o dientes de animales, principalmente de ciervos o jabalíes, trofeos de cazadores realzados en joyas únicas e irrepetibles, elaboradas con metales preciosos, como el oro y la plata, hacen gala de su «exclusividad», por su colorido, grietas, pequeñas imperfecciones, lo que las diferencia del resto de productos de joyería que existen en el mercado.
La joyería como una actividad sostenible, también permite realizar preciosas joyas cinegéticas, reciclando las joyas de oro y plata en desuso.
La importancia del sector cinegético en la provincia de Ciudad Real, donde la práctica de la caza está arraigada desde hace mucho tiempo, debe llevar a todos los actores económicos, públicos y privados, a unirse para apostar por el impulso del turismo cinegético como motor de desarrollo de las zonas rurales y también urbanas, no sólo de forma directa, sino también indirecta, generando sinergias a través de todas las actividades paralelas que la caza genera en la economía provincial: gastronomía, artesanía, taxidermia, joyería cinegética, etc. Muchos sectores económicos pueden crecer paralelamente, por la potencialidad de un incremento en la demanda de muchos productos colaterales a la actividad cinegética, un estímulo para la economía vital para salir de la crisis actual.