Las proyecciones, moderadamente optimistas durante 2021, no son tan favorables como se previeron en un principio para 2022. Cuestiones como las nuevas variantes del Covid-19 pueden ralentizar aún más el proceso. Se estima que 2 de cada 3 de los llamados mercados emergentes no habrán revertido la totalidad de las pérdidas asociadas a la pandemia al finalizar el año en curso.
Por su parte, cumpliendo con la expectativa, las economías más fuertes están más preparadas para asumir el impacto de cuestiones como: el cese temporal de las industrias, las interrupciones en cadenas de suministros, la suspensión de actividades turísticas y de entretenimiento, entre otras circunstancias que durante meses ocasionaron pérdidas económicas importantes, tanto al estado como al sector privado.
La recesión post pandemia en 2022
A mediados de 2021 diversos estudios señalaban que la recuperación económica a nivel global marchaba a buen ritmo. Vimos retomar actividades fuera de casa y aumentar el consumo de productos y servicios, a través de portales de noticias y de redes sociales con la ayuda de un editor de videos. Sin embargo, ahora mismo se está experimentando una recesión.
Según ha reportado la Organización de las Naciones Unidas en días recientes, el crecimiento de la economía mundial el año pasado fue de 5,5%, mientras que en 2022 se prevé para no más del 4% y en 2023 decaerá hasta el 3,5% (News.un.org, 2022).
El informe presentado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de dicha institución, indica que, en países como Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea, se observó un incremento en los gastos de los consumidores. Esto elevó el comercio y las inversiones durante 2021, inflando significativamente las cifras de crecimiento económico mundial. Una vez entrado el 2022 se han hecho más evidentes las desigualdades.
Los principales factores que frenan el avance de las actividades económicas tienen que ver con las dificultades en las cadenas de suministros, la elevada inflación en mercados en vías de desarrollo, las altas tasas de desempleo y las nuevas variantes del virus Covid-19. Estas últimas han hecho estragos, especialmente en regiones donde no se ha extendido lo suficiente el proceso de vacunación y con un sistema de salud pública insuficiente.
¿Quiénes están mejor preparados para afrontar la recesión?
Las acciones de los mercados más estables pasan por inyecciones a sectores puntuales e implementación de ayudas económicas de emergencia.
Estados Unidos
Estados Unidos sigue estando a la cabeza de los países con más recursos para enfrentar la crisis económica, pese a una serie de dificultades. La expectativa es que su PIB crezca un 5,2% en el presente año (Imf.org, 2021).
Las trabas para dicho país no son pocas. La inflación registrada en noviembre de 2021 fue de 6,8% la más alta en 39 años, encareciendo especialmente el precio de la gasolina (Bbc.com, 2021). Este hecho se ve remarcado por la negativa de muchos trabajadores a regresar a sus puestos de trabajo debido a los riesgos de contagio. Circunstancia que ha provocado aumentos desmedidos de salarios y encareciendo la vida en general.
Los estímulos económicos para particulares e instituciones, propuestos y aprobados por el Congreso en 2021, son parte de los planes de recuperación que han paleado los efectos de la recesión. A pesar de que los detractores del ejecutivo estadounidense señalan los altos costos de estos programas.
Zona europea
Por su parte, las economías europeas más sólidas, como Alemania, están a la espera de un crecimiento por encima del 4% en 2022. En conjunto la Unión Europea ha tomado decisiones oportunas de apoyo a los países miembros a través del “Mecanismo de Recuperación y Resiliencia”. Este plan distribuye un total de 672.500 millones de euros entre las distintas naciones, con la finalidad de impulsar acciones y brindar ayudas a los sectores más deprimidos por la recesión post pandemia (Consilium.europa.eu, 2021).
China
Entre las medidas del gobierno chino para mantener a flote su economía ha sido aumentar la producción de carbón, lo cual viene a suplir las crisis internacionales de movilidad y la escasez de combustibles fósiles. Aunque contrasta con los esfuerzos por parte de otras naciones para la generación de energía sostenible en años venideros.
Otras grandes apuestas de la economía china pasan por la inversión tecnológica, con hechos significativos como el lanzamiento de la red 5G.
Lo que ocurre en América Latina
En la región latinoamericana los desafíos no son pocos. La realidad es que la economía de estos países, categorizada como emergente o en desarrollo, se ve notoriamente influida por lo que ocurre con sus grandes socios comerciales: Estados Unidos, China y los países europeos. Estos, además, aportan grandes cantidades de dinero en concepto de remesas. En tal sentido, si el crecimiento económico internacional decae, en Latinoamérica también.
Por otro lado, el desempleo es un factor de marcada importancia que acentúa la desigualdad social y económica. Como consecuencia directa de la pandemia, el desempleo llegó durante 2021 al 23,8% en América Latina y el Caribe. Más de 3 puntos por encima respecto a antes de la cuarentena (Swissinfo.ch).
Por esta y otras circunstancias el PIB de la región crecerá apenas un 2,2% en 2022, en contraste con el 6,5% que alcanzó en 2021. El panorama se agrava en lo referente a América del Sur, donde se prevé tan solo el 1,6% de crecimiento para el año en corriente. Los países caribeños están ligeramente mejor preparados para la recesión, gracias a la reactivación paulatina de la industria turística.
La “generación del confinamiento”
La situación se proyecta especialmente complicada para los jóvenes, quienes se verán afectados a largo plazo. El director de la Organización Mundial del Trabajo, Vinícius Carvalho Pinheiro, habló de las dificultades presentes para la “generación del confinamiento”. Se refiere al fragmento de la población que está sufriendo “la interrupción de sus programas educativos o de formación y de puente hacia el mercado de trabajo, la pérdida de empleo y de ingresos, y la perspectiva de enfrentar mayores dificultades para encontrar una ocupación en el futuro».
El teletrabajo y las plataformas de empleo digital, así como la inversión oportuna en sectores como el turismo serán cruciales para generar empleos y reimpulsar la economía en Latinoamérica post pandemia.