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denuncian su precariedad laboral 10/09/2015junio 8th, 2017

Los 100 trabajadores de las Brigadas de Refuerzo Forestales de Castilla-La Mancha (BRIF) cumplen 40 días de huelga indefinida en protesta de su precariedad laboral y en demanda del reconocimiento de su categoría profesional y mejoras salariales.

Así lo han señalado hoy en rueda de prensa Carlos Martín y Alfredo Muñoz, dos agentes de estas BRIF de Cuenca, en coincidencia con la proyección esta noche, a las 22.00 horas en los Multicines de Guadalajara, del documental «La vida en llamas» donde se muestra el trabajo diario de estos profesionales.


Se trata de la única proyección que se ha realizar en la región hasta el momento.

Estos trabajadores de las BRIF han señalado que no existe una «negociación real» por parte de la empresa que gestiona estos servicios, Tragsa, dependientes del Ministerio de Agricultura, por lo que han instado al Ministerio a que exija a la empresa a avanzar para «hacer justicia con un colectivo que vive una situación altamente precaria».

En cuanto a la huelga, Carlos Martín ha reconocido que «al tratarse de una profesión muy vocacional, se están atendiendo los incendios incluso con más gente, que va voluntaria porque no entienden que el monte y la gente que vive de él tenga que sufrir el conflicto laboral»

Castilla-La Mancha cuenta con dos bases, ubicadas en Toledo y Cuenca, con 50 trabajadores en cada una de ellas y que, al igual que el resto de sus compañeros a nivel nacional, realizan tres principales reivindicaciones.

Estas peticiones pasan por la segunda actividad para aquellos compañeros que no cuentan con las exigentes condiciones físicas para estar a primera línea y pueden realizar otras labores, el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal y el incremento salarial, donde se recojan suplementos de peligrosidad y disponibilidad.

En este sentido, han señalado que el salario medio de este colectivo se sitúa entre los 850 y 900 euros y sólo en los meses de verano cobran un complemento de peligrosidad que supera ligeramente los 110 euros al mes.

«Con todo el respeto al resto de trabajadores de Tragsa, nuestra categoría es la más baja, equiparada con almaceneros y vigilantes, y nuestra labor exige de una especialización y peligrosidad distinta», ha concluido Martín.

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