Trabajador, soñador, osado y hombre de éxito. Seguro que hay algún adjetivo más que define a Mariano Hervás, pero a grandes rasgos estos encajan con su figura empresarial. Un hombre que apostó por un sector que casi no se conocía y que fue ganando peso poco a poco, además invirtió en investigación y desarrollo para anticiparse a la demanda del mercado. Todo ello combinado con su faceta de trabajador, porque así era incluso cuando estaba en una empresa privada donde sus compañeros le «echaban la bronca»; soñador y osado, porque montó su empresa donde más difícil es venderla; y hombre de éxito porque… Lo consiguió, creó la empresa, superó las dificultades y le dejó el negocio a la segunda generación, sus hijos Pedro y Javier.
Ésta es la historia de Mariano Hervás, de MH Parquets y Tarimas.
A finales de los años 60 del siglo XX Mariano Hervás trabajaba en Madrid en un taller de trenes, luego surgirían otras oportunidades laborales que aprovechó hasta que llegó lo que él quería. Y fue por casualidad.
Mariano cuenta a Encastillalamancha que un día se encontró con unos amigos y uno de ellos le contó que «estaba colocando parqué». Le llamó tanto la atención que se fue con él a ver qué era aquello. «Vi como lo montaba y me llegaron todas las ideas», recuerda Mariano, quien desde ese momento no paró hasta que regresó a su tierra y montó su empresa.
«Empecé luchando mucho, trabajando mucho, teniendo espíritu de emprendedor porque, si no, no vas a ninguna parte».
Funda MH Parquets y Tarimas en Sigüenza (Guadalajara), una de las primeras marcas en la producción de parqué. Precisamente nació cuando el parqué ocupaba (si llegaba a hacerlo) una pequeña parte de la vivienda, «el rincón de la televisión», el resto era terrazo.
Poco a poco la gente fue conociendo el producto al comprobar que la madera era más cálida y llegó la oportunidad para MH.
RESPONDER A LA DEMANDA
Mariano Hervás ha estado siempre cerca de la demanda y ha logrado que su empresa evolucionase conforme a la exigencia del mercado. «El parqué es uno de los productos industriales que más transformaciones ha sufrido», comentaba Mariano, quien vio venir la crisis (ya que este producto estaba muy ligado a la construcción) y quién también ha visto como otros productos de peor calidad, procedentes principalmente de China, le hacían una competencia importante.
Mariano reconoce que gracias a sus dos hijos plantó cara a las situaciones adversas y lo hizo ofreciendo un producto con mayor valor añadido. Junto a ello, su apuesta decida por la exportación, que se lleva como el 50 por 100 de lo que hacen.
«Trabajamos para cadenas de tiendas a nivel mundial», indicaba este empresario ya jubilado, quien se detenía en Corea o Japón como ejemplo de dicho mercado exterior. «Es lo que nos está salvando», aseguraba Mariano, quien es consciente de que «lo más importante en este momento es resistir y mantenerse».
SEGUIR O NO SEGUIR: «CON LA CRISIS NO SÉ QUE DECISIÓN HABRÍA TOMADO»
La llegada de Pedro y Javier a la empresa supuso un apoyo fundamental para Mariano, quien reconocía que «a mi edad, y con la crisis, no sé que decisión habría tomado si seguir o cerrar la empresa». De ahí que reconozca que lo más importante para él haya sido la incorporación de sus hijos al negocio.
Como empresario, «éste es el peor momento que he vivido», porque «no había sentido nunca la crisis. Lo he oído, pero…»
A punto de cumplir 79 años, Mariano baja todas las mañanas a la empresa a «hacer compañía». Se jubiló «más que nada para ser un gasto menos», comentaba al tiempo que reconocía que «gracias a mis hijos esto se mantiene en pié».
El producto en catálogo supera los 50 modelos, aunque si el cliente busca algo concreto «se lo hacemos», deja caer este empresario que ha representado al sector durante unos 20 años al ser presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Parqués, presidente de la Asociación de Investigación Técnica de las Industrias de la Madera y el Corcho (Aitim) y vicepresidente de la Federación Europea de Asociaciones de Parqué.
Un currículo que incluye la Medalla al Mérito en el Trabajo, un reconocimiento «muy emocionante después de luchar tanto».
UNA DECISIÓN DE LA QUE JAMÁS SE ARREPENTIRÁ
Ser empresario era lo que quería ser, «además quiero pensar que he contribuido al progreso de la comarca». De ahí que reconozca que «no me arrepiento de la decisión que tomé», además «yo me hice empresario buscando mi propia libertad. Ser yo». De hecho, siempre ha sido muy trabajador, y «en Renfe mis propios compañeros me decían que si iba a heredar la empresa, porque trabajaba igual que lo hago en mi empresa».
El secreto del éxito está en «trabajar, trabajar y seguir innovando». De ahí que anime a los jóvenes al emprendimiento, e incluso pide que en las propias escuelas se enseñe que no solo en la Administración hay trabajo. Eso sí, «deben iniciarse en aquello que dominen». Ya saben, por aquello de «zapatero a tus zapatos».