«Si hay que cobrar algún impuesto a las entidad financieras, ¿por qué tiene que ser a las que no han recibido ninguna ayuda pública?», esta es la pregunta que ha lanzado el director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, Víctor Manuel Martín, en la presentación de los «Resultados del Ejercicio 2017» de la entidad, sobre un posible impuesto especial a la banca para ayudar a financiar el sistema de pensiones que planteó el PSOE de Pedro Sánchez.
Y es que ante el argumento de que los bancos tienen que arrimar el hombro porque han recibido ayudas públicas, asegura que «le parece bien, pero que se lo cobren a quienes han cobrado ayudas públicas». Lo fundamenta en que tanto la entidad que dirige, como el resto de bancos que no tuvieron que ser rescatados, han tenido que poner dinero en el «fondo de garantía de depósito, hemos tenido que hacer derramas que nos han costados decenas de millones de euros entre todos para rescatar al sector financiero y luego hemos pagado determinados sistemas de protección de entidades financieras para que luego otras las absorbieran».
Por estos motivos afirma que no puede «compartir esa idea» y añade que habría que trabajar en otros ámbitos para buscar nuevas soluciones para el sistema de pensiones que generen más dinero público pero no a través de subir los impuestos.
«Las cosas no se solucionan poniendo más impuestos, hay que generar más ingresos, pero recargar la actividad económica es un error», ha subrayado, mientras que ha asegurado que «podrían se más laxos para generar más actividad económica para las empresas y generar mayor renta disponible en las familias que se pudieran gastar», lo que a su vez generaría «más actividad y más impuestos», aunque ha puntualizado que esto es una opinión personal y no de la entidad.
Por último, ha invitado a que la «reflexión» que se hace estos días sobre el futuro de las pensiones tiene que aumentar su campo de miras y ser de «largo plazo», dado que «hay que plantar políticas estructurales y no coyunturales de cuatros años«.