El director general de Caja Rural Castilla-La Mancha, Víctor Manuel Martín, considera que hay gestores de entidades financieras que han hecho las cosas «francamente mal» y subraya que hay determinadas entidades que han recibido auxilio público a las que él no habría ayudado «para nada».
Martín, en una entrevista con la Agencia Efe, sostiene que en España ha habido «un problema de exigencia de cumplimiento de la norma» y de «observancia de la misma» dentro del sistema financiero y lamenta que, ante la ciudadanía, «pagan justos por pecadores».
«Hay que hablarlo claramente, no voy a decir quién, ni cómo, ni dónde ni cuándo, pero a la vista está qué ha fallado; el sistema ha fallado y quien tenía que controlar no ha controlado», subraya.
Martín deja claro que, por contra, hay entidades como Caja Rural Castilla-La Mancha que han hecho «bien los deberes», que cumplen con la norma «estrictamente».
«Cuando hemos tenido que pasar las inspecciones, las hemos pasado limpias, y que no se confundan las cosas: hay entidades sanas que no hemos solicitado un solo euro al erario público, que vivimos de nuestros recursos, que tenemos capital de nuestros socios, como cooperativa de crédito, y nosotros no tenemos nada que ver con esta película», recalca.
Víctor Manuel Martín asume que hay entidades que debían ser «rescatadas» por su tamaño, por «el riesgo sistémico» que acarrearía su caída o para «evitar un estallido social», pero añade: «hay algunas que desde luego yo no hubiera ayudado para nada».
«Creo que había que haber sido más exigentes con quien se ayuda y con quien no se ayuda. Creo que aquí se ha pecado a lo mejor de no haber hecho bien las cosas, sinceramente lo pienso», manifiesta.
El director general de Caja Rural insiste en que en algunos momentos «se han hecho las cosas francamente mal por los gestores de algunas entidades, por sus consejos de administración» e incluso plantea que «el problema» es que «tampoco había el nivel suficiente para gestionar ciertas entidades».
Cuando se le pregunta si considera que las cajas de ahorro pecaron de politización, contesta: «En algunos casos, sí».
Respecto a las posibles responsabilidades penales que podrían derivarse de la gestión de las entidades, afirma que no quiere «ahondar demasiado en la herida», pero concluye: «si hay delito, los fiscales que actúen».