La ocupación en la hostelería se internacionaliza. Más del 30% de los empleados de esta actividad, concretamente el 32,8%, tiene un origen extranjero o cuenta con doble nacionalidad en Castilla-La Mancha. Más específicamente, el 28,7% de los trabajadores son extranjeros y el 4,1% cuenta con doble nacionalidad (española y otra), según Randstad Research, el centro de estudios de Randstad, la empresa de talento líder en España y el mundo, basándose en datos del INE.
Los empleados solo españoles, por tanto, representan algo más del 67%, una cifra que sitúa a Castilla-La Mancha ligeramente por encima de la media de las comunidades autónomas. En el conjunto del mercado laboral español, el 58% de los empleados son solo españoles.
Por comunidades
Las comunidades con un mayor peso de empleados solo españoles son Extremadura (82,3%), Asturias (79,9%) y Andalucía (76,2%). Las comunidades autónomas con un mayor peso de los empleados con doble nacionalidad y extranjeros son Madrid (60,5%), La Rioja (51,2%), Cataluña (49,1%), Comunidad Valenciana (47,1%) y Baleares (46,5%).
En el conjunto del mercado laboral español, la ocupación en la hostelería se sustenta gracias a los trabajadores extranjeros. Los empleados foráneos han pasado de representar el 26% del total en 2019 al 30,7% del último trimestre de 2024. Además, aquellos con doble nacionalidad (española y otra), han pasado de tener un peso del 6,9% en 2019 al 11,2% en 2024, según el informe Mercado de trabajo en el sector de la hostelería elaborado por Randstad Research.
Descenso en el número de trabajadores españoles
El análisis también recoge el descenso en el número de trabajadores españoles. Así, al cierre del año pasado, los empleados únicamente españoles sumaban 1,07 millones, un 7% menos que en 2019, y con un peso del 58%.
De hecho, sin la aportación de los trabajadores extranjeros habría sido imposible alcanzar el incremento de ocupación en la actividad, ya que en los últimos cinco años (periodo 2019-2024) el empleo en la hostelería ha aumentado un 7,4%, hasta un total de 1,84 millones de personas. Así, los empleados españoles han pasado de representar el 67% en 2019 a tener un peso del 58% en 2024, tal y como se mencionaba antes. Unas cifras que, además, esconden un retroceso absoluto al pasar de los 290.537 del 2019 a los 277.281 del cierre de 2024, es decir, un 4,5% menos. Los empleados con doble nacionalidad y otros han pasado de tener un peso del 33% en 2019 a uno del 42%, es decir, han ganado nueve puntos porcentuales.
“La hostelería fue una de las actividades económicas más golpeadas por la pandemia del Covid-19, pero se ha recuperado con fuerza y ha superado el nivel de ocupación que tenía antes de la crisis sanitaria”, señala Virginia Román, la responsable de cuentas estratégicas de hostelería de Randstad.
Por segmentos
La pérdida de peso de los empleados españoles se ha producido en los dos segmentos que componen la actividad: los servicios de alojamiento y los servicios de comida y bebidas. En los servicios de alojamiento, los empleados españoles tenían un peso del 71,3% en 2019, frente al 62,3% de finales de 2024. Los empleados extranjeros, por su parte, alcanzaron el 28% en el cuarto trimestre de 2024, 5,6 puntos más que en 2019. Los empleados con doble nacionalidad han pasado del 6,4% de 2019 al 9,7% del pasado año.
Una evolución similar se da en el segmento de servicios de comidas y bebidas. En 2019, los empleados españoles representaban el 65,8% para sumar el 56,7% en el cuarto trimestre de 2024. Los empleados extranjeros, en cambio, han dado un salto del 27,1% al 31,5%, mientras que aquellos que cuentan con doble nacionalidad han pasado del 7,2% al 11,8%.
Relevo generacional
Al igual que otros sectores de la economía española, la hostelería afronta un reto de reemplazo generacional, una tendencia que acentúa la necesidad de contar con empleados extranjeros para cubrir las vacantes. En el caso de los servicios de alojamiento, al cierre del 2024, el 49% de los empleados tenía 45 años o más, un porcentaje muy similar (45%) que en el caso de los servicios de comidas y bebidas.
La hostelería es una actividad donde el empleo femenino es mayoritario. Al cierre de 2024, las empleadas sumaban algo más de un millón, el 54,3% del total, con una proporción muy similar entre los servicios de alojamiento y los servicios de comidas y bebidas.
De hecho, la disponibilidad de talento es una preocupación creciente entre las empresas del sector, ya que seis de cada diez esperan mayores dificultades para la contratación en los próximos años. La captación de talento joven y también de trabajadores extranjeros son opciones que barajan las empresas para cubrir las vacantes.
“Hay vacantes de camareros, cocineros y camareros de piso que realmente cuestan cubrir, sobre todo en temporada alta y en aquellos destinos con más actividad”, apunta Roman. “Además de un esfuerzo por mantener unos sueldos actualizados, las empresas buscan medidas de conciliación con la vida personal, así como estrategias para el desarrollo profesional del empleado como vía para conservar el talento”, añade.
Las compañías buscan mejorar el atractivo del sector mediante el bienestar de los empleados, la mejora salarial y mayores oportunidades de crecimiento. Así, el 31% de los empleados del sector recibirán formación hasta 2030 para actualizar sus conocimientos y habilidades, mientras que el 19% la obtendrán para cambiar de especialización dentro de esta actividad.