Dicen los expertos que las frases sencillas, que todo el mundo entiende y que son fáciles de memorizar son las mejores y más eficaces en publicidad. Esa es la línea que sigue Caja Rural de Castilla-La Mancha en la campaña de imagen que lanzará el 1 de enero en todas sus oficinas y en los medios de comunicación y que sucede a la que ha protagonizado en los últimos tiempos el popularísimo José Mota.
Con él actor y cómico manchego, Caja Rural marcó un antes y un después en su idiosincrasia publicitaria. Los resultados han sido satisfactorios y han superado las expectativas iniciales, pero el contrato que vinculaba a las partes finaliza el 31 de diciembre y no se ha renovado.
Así que el siguiente paso en el terreno del markéting exigía un gesto potente que no echara para atrás el terreno ganado como marca.
Tras identificarse ante la sociedad como «en la Caja de uno, en ningún lado», que dijera Mota, la entidad da un paso más para sonar como la única opción financiera fiable y la única verdaderamente castellano-manchega, por el éxito de su expansión por toda la región.
«Menos mal que nos queda la Rural» es la frase que refleja también la voluntad de la casa de marcar diferencias con todo lo demás, tanto en el sector financiero como en el territorio donde opera, Castilla-La Mancha.
Dicho de otra manera, «Menos mal que nos queda la Rural» es una frase blanca que viene a decir sin ofender que la entidad es una excepción en el terrno financiero, donde todos están muy maltrechos, y la única caja netamente castellano-manchega, ya que hace ahora algo más de un año cambiaron su denominación de Caja Rural de Toledo por Caja Rural de CLM y han conseguido abrir oficinas y agencias financieras en más de 60 puntos de la región en un momento en el que su principal competencia interna, Globalcaja, padece reestructuraciones internas y parece replegar velas en algunos aspectos.
A buen seguro que el impacto de la campaña será notable.