Las Cámaras de Comercio de Castilla-La Mancha tienen por delante un año complicado. 2012 es un año decisivo, se juegan su continuidad. Tras la entrada del Real Decreto-Ley 13/2010, se pone fin al pago obligatorio de la cuota cameral, base de la financiación de estas instituciones de derecho público.
En Castilla-La Mancha algunas «se pusieron las pilas» desde 2010, otras han esperado hasta este año para tomar medidas que principalmente se centran en una caída del presupuesto institucional, en una reducción de personal y en trabajar más por menos. Al tiempo que buscan soluciones que se centran principalmente en llegar a acuerdos con las organizaciones empresariales para complementar los servicios que se dan a las empresas y, fundamentalmente, intentar que la Administración les encomiende aquellos servicios que ella presta a los empresarios.
Salvo la Cámara de Guadalajara, que ha preferido no hacer ninguna declaración, el resto ha apostado por bajar el presupuesto anual y reducir la plantilla de trabajadores.
La Cámara de Comercio de Toledo anunció a principios de febrero una reducción de su presupuesto en un 30 por 100, encontrándose con un presupuesto similar al de 2001. Al tiempo que reducía su plantilla de 49 trabajadores a 36 y anunciaba que va a agrupar a lo largo del presente año los centros de trabajo y a disminuir los centros de coste.
«UNA POLÍTICA MUY DRÁSTICA DE AJUSTE DE GASTO»
Antes que ella, la de Ciudad Real, que cerró en 2010 y 2011 con superávit, puso en marcha en 2010 un plan director para ir ajustando el presupuesto «a una política muy drástica de ajuste de gasto», comenta a encastillalamanche el presidente de esta institución, Mariano León, quien espera cerrar 2012 «un presupuesto equilibrado».
El ajuste de personal lo hicieron en febrero del año pasado y «en principio no tenemos previsto un ajuste laboral para este año», indicaba León.
La Cámara se enfrenta a 2012 con 2,3 millones de euros, es decir, un 33 por 100 menos.
BAJAR EL SUELDO O DESPEDIR A TRABAJADORES, EN ALBACETE
El ahorro también se ha dado en Albacete, donde el presidente de la Cámara, Antonio Atiénzar, explicaba que «llevamos cuatro años ahorrando al máximo» y puntualizaba que «en 2007 empezamos a hacer nuestros deberes». A pesar de ello han tenido que reducir entre un 35 y un 40 por 100 su presupuesto, hasta llegar a los 2,2 millones de euros para mantener todos los servicios que presentan a las empresas.
La plantilla también se tendrá que reducir, aunque ahora mismo están negociando si es una bajada de salarios o de trabajadores. «Hay que reducir un 25 por 100 en este sentido», es decir, la Cámara debe ahorrar unos 300.000 euros en esta partida, que es una de las mayores ya que del presupuesto se lleva unos 900.000 euros. En estos momentos, el personal está analizando si el ahorro supondrá despedir a gente o bajarse el sueldo.
«UN DÍA QUE PASA, UN DÍA MENOS DE CRISIS»
El presidente de la Cámara conquense, Félix Aceñero, recordaba a encastillalamancha que «nadie lo tiene fácil», pero ellos han apostado por «trabajar» y por hacerlo con «ilusión». En 2011 ya redujeron la plantilla y este año han rebajado el presupuesto un 35 por 100 aproximadamente, es decir, unos 700.000 euros menos.
Aceñero explicaba que «se trata de un presupuesto realista» con el que quieren reforzar cuatro líneas básicas de trabajo como son: el tema de emprendedores, internacionalización, formación e innovación. Una apuesta que coincide con la del resto de las Cámaras, ya que consideran que por ahí pasa el futuro de las empresas.
«Quiero transmitir optimismo a las empresas, porque son momentos difíciles, pero saldremos», comentaba Aceñero quien indicaba que «un día que pasa, un día menos de crisis».
BUSCANDO UN FUTURO
Desde las Cámaras se recordaba que «en ningún momento han pedido dinero a la Administración pública», sino que han propuesto realizar a través de encomiendas la gestión de determinados servicios que presta el Gobierno a las empresas. «Intentamos ahorrarle dinero a la Administración», aseguraban desde las Cámaras de Comercio.
Las líneas de trabajo pasarían por la formación, favorecer el espíritu emprendedor, la internacionalización y el empleo.
De momento es lo que han planteado a la Junta, aunque el futuro de las Cámaras depende principalmente de la Ley nacional, que esperan que cambie a lo largo de este año, y en función de ella tendrán que tomar las decisiones oportunas.