Alrededor de 25.000 personas de toda Castilla-La Mancha, según los sindicatos; y 9.500 según la Delegación del Gobierno en la región, se han manifestado hoy en Toledo para pedir al Gobierno de Cospedal que rectifique su política de recortes, porque la región, con 300.000 parados, «está al límite y ya no aguanta más».
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Este es el mensaje en el que han coincidido los convocantes de esta marcha, todos los sindicatos más representativos de la región, a excepción de CSIF, a la que se han sumado también plataformas y organizaciones sociales en defensa de los servicios públicos.
A la marcha, que ha partido a las 12:00 horas de la Consejería de Administraciones Públicas, han asistido los secretarios regionales de CCOO y UGT, José Luis Gil y Carlos Pedrosa, respectivamente, además de diputados regionales y alcaldes socialistas, entre ellos la portavoz de Empleo del PSOE en las Cortes Regionales, Milagros Tolón, y el alcalde de Tembleque (Toledo), Jesús Fernández.
En declaraciones a los periodistas el dirigente regional de UGT ha considerado «muy grave» lo que está ocurriendo en Castilla-La Mancha, con «la gran destrucción de empleo» en la administración pública y el «importante deterioro» de la sanidad, la educación y la política de bienestar.
Y ha conminado a los gobiernos del PP en Castilla-La Mancha y en España a «rectificar» estas políticas «porque -ha dicho- por este camino no vamos a terminar con el déficit ni con la crisis, sino que estamos ahondando en un escenario de recesión económica, lo que deteriora de forma alarmante los ingresos de las administraciones públicas y la situación de las familias».
Por su parte, el secretario provincial de CCOO, Jesús García Villaraco, ha afirmado que esta marcha está pidiendo al Gobierno de Cospedal «que no ataque los servicios públicos para hacer negocios privados y que de un impulso a la economía porque tenemos 300.000 parados, de ellos más de 126.00 sin prestación ni subsidio».
Ha lamentado también García Villaraco, que un año después de «la la otra gran manifestación» en la que 20.000 personas, ha dicho, pidieron a Cospedal que abandonase su política de ajustes, «no haya escuchado a los ciudadanos y siga siendo la primera de la clase en los recortes y la que más interinos ha echado a la calle».
Por su parte, la diputada regional del PSOE Milagros Tolón ha afirmado que la multitudinaria manifestación de hoy demuestra que «los ciudadanos de Castilla-La Mancha están hartos porque Cospedal no les escucha y sólo utiliza la región como un trampolín político a Madrid».
La responsable de Empleo del Grupo Parlamentario Socialista ha destacado también que, con la política del Gobierno de PP, «se está viendo que Castilla-La Mancha va mucho peor que hace 19 meses, tenemos 300.000 parados, se han recortado 12.000 empleos públicos y se ha recortado 3.000 millones en gasto público, lo que significa la destrucción del estado de bienestar».
Gustavo Fabra, de la Intersindical de Castilla-La Mancha, ha insistido también en el mensaje de que los ciudadanos de esta comunidad «están al límite y no van a permitir que se desmantele lo público para entregarlo a manos privadas», por lo que seguirán defendiendo sus derechos sociales y laborales «en las calles, en los centros de trabajo y en las mesas de negociación».
También ha resaltado que, si a la vista de esta «gran respuesta democrática dada hoy por la sociedad castellano-manchega no hace reflexionar y rectificar a Cospedal, tendrán que dimitir ella y todo su Consejo de Gobierno».
«Ni un derecho menos, ni una privatización más. Rectificación ya» ha sido la pancarta que ha encabezado la marcha que, desde la Consejería de Administraciones Públicas, ha recorrido el Paseo de la Vega, la Avenida de Europa, la Avenida General Villalba, Duque de Lerma y la Avenida de la Reconquista y ha concluido en el Paseo de la Vega.
También se han visto pancartas alusivas a la no privatización de los hospitales y al mantenimiento de las escuelas rurales y las urgencias nocturnas y se han coreado cánticos como «La región no aguanta más, vete Cospedal, vete Cospedal, vete Cospedal».
Además había pancartas alusivas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como «Imita al Papa: Rajoy dimite», «Su sobre es mi recorte» o «Su botín es mi crisis».
La manifestación estaba convocada, entre otros sindicatos, por CCOO, UGT, USO, Gestha, FSES, SIC-GS, Intersindical y Usae.