El expresidente de Caja Castilla La Mancha (CCM) Juan Pedro Hernández Moltó ha asegurado que va con «la cabeza muy alta» porque se ha demostrado la «honradez y la honestidad» con la que gestionó la entidad, de la que nadie «se llevó un euro».
Moltó ha hecho estas declaraciones en la Audiencia Nacional, donde ha ido a recoger el auto en el que el pasado miércoles el juez Pablo Ruz abría juicio oral contra él y el exdirector general Ildefonso Ortega y les imponía una fianza civil solidaria de 138,2 millones por el agujero ocasionado en la caja.
El que fuera también diputado socialista ha incidido en que «ahora toca asumir la responsabilidad de ir a un juicio», donde espera demostrar que todas las acusaciones que se han vertido contra él no se corresponden con «la realidad».
«La prueba evidente es que no ha habido ninguna situación de abuso económico, nadie se ha llevado un euro, los consejeros han sido desimputados, no hay preferentistas ni accionistas afectados», ha subrayado.
Sin embargo, la Fiscalía ha reclamado para los dos acusados dos años y medio de prisión por un delito de falseamiento de cuentas, mientras que las acusaciones ejercidas por el Banco de Castilla La Mancha y Adicae han elevado sus peticiones a cinco años y medio y cinco años, respectivamente, al sumar el de administración desleal.
CONCIENCIA «MUY TRANQUILA»
Moltó ha afirmado tener la «conciencia muy tranquila» porque lo que se hizo en CCM «es lo que tocaba hacer en ese momento», con la «mejor intención posible» y con la «profesionalidad» con la que el sector financiero trabajaba.
Así, ha considerado «inconcebible» que se le acuse del falseamiento de las cuentas de 2008, que presentaron al Banco de España mostrando beneficios cuando, según Ruz, los dos eran «conscientes, por el contrario, de que la entidad en realidad había incurrido en pérdidas».
«Nunca se aprobaron las cuentas de la CCM, jamás, el Banco de España no sólo lo conocía sino que estaba negociando y estaba con la inspección dentro de la propia caja», ha concluido.
También ha calificado de «absoluta desproporción» la fianza impuesta, «no por la cantidad sino por lo que pueda parecer», aunque ha mostrado su respeto por «las decisiones judiciales» aunque estime que estén «profundamente equivocadas».