El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha asegurado hoy que para el verano próximo todas las administraciones públicas, en todos sus niveles, pagarán a sus proveedores a treinta días en cumplimiento de la Ley de Morosidad.
Y «los que no puedan hacerlo, para eso está el Estado», ha añadido Montoro durante su intervención en la Interparlamentaria del PP, en la que ha prometido que el Gobierno no acabará con la crisis «con medias tintas», ni tiene intención de financiarse «no pagando a proveedores».
El titular de Hacienda ha querido ser «claro» en este compromiso, hasta el punto de asegurar que este verano «no se oirá en ningún rincón de España» que a «tal laboratorio -por ejemplo- no se le pagó».
Con medidas como ésta, ha señalado, España demostrará que es un «país fiable» y recuperará la confianza y la credibilidad del exterior.
Montoro ha recordado por otra parte que la ley de transparencia permite inhabilitar a los cargos públicos que no cumplan con las cuentas.
«Tenemos en consecuencia la garantía, la capacidad del Estado de cubrir a todos, de atender a todos» y de garantizar a la ciudadanía que las administraciones van a ser austeras porque tendrán que informar de la ejecución de sus cuentas cada mes, ha apuntado.
Por otro lado, Montoro ha hablado de la reforma de las administraciones públicas que prepara el Gobierno y que quiere consensuar con «todos» los partidos.
Frente a opiniones «muy respetables» que según ha asegurado «no son las del PP», Montoro ha señalado que «la ambición de una España centralizada» no es «ni mucho menos» la que «inspira» al Gobierno en esta reforma.
Al contrario, el ministro ha dicho que «no es cierto» que los países descentralizados y «federales» europeos sean los más ineficaces o los que tienen un sector público más grande.
De lo que se trata, ha apuntado, es de cómo se gestiona esa estructura, de «dar un nuevo orden», y por eso el Gobierno y el PP están buscando el acuerdo sobre el objetivo común que tienen todas las fuerzas políticas de mejorar la eficacia en las administraciones.
Cristóbal Montoro ha admitido que el Estado de las autonomías «está descompensado» en la actualidad, y convierte a las corporaciones locales en la «cenicienta pobre» o «la hermana menor desamparada».
De ahí la «gran oportunidad política» que se abre con esta reforma en la que, ha dicho, se debe mantener el compromiso con la estabilidad presupuestaria y al mismo tiempo conseguir que las corporaciones locales «sean cada vez mejores gestoras, más transparentes y más comprometidas. Esa es la combinación que debemos buscar», ha añadido.
Y eso se debe hacer también, según el ministro, «evitando la práctica de que las comunidades deleguen competencias» a los ayuntamientos mediante convenios para después «no pagar».
Cristóbal Montoro ha insistido en la oportunidad que el PP tiene impulsando esta reforma para «asentar una modernización» de las administraciones que está demandando la ciudadanía.
En su intervención, el ministro de Hacienda también ha admitido las dificultades que conlleva la gestión del Gobierno con sus políticas de austeridad y para sanear las cuentas públicas.
«No son tiempos nada cómodos», pero cuando la vocación de un partido es la de gobernar está «para eso», porque «gestionar en tiempos de bonanza y gastar lo sabe hacer todo el mundo», ha añadido.