La agencia de medición de riesgos Moody’s ha rebajado hoy dos escalones la calificación de la Comunidad Valenciana, debido a sus problemas de liquidez, y ha situado en perspectiva negativa a otras doce comunidades autónomas, entre ellas Castilla-La Mancha, así como a entidades locales.
En un comunicado, Moody’s muestra sus dudas sobre la capacidad de las comunidades autónomas para alcanzar sus objetivos de reducción del déficit este año.
La agencia de calificación ha explicado hoy que coloca en revisión para una posible rebaja a doce organismos y entidades públicas regionales: el País Vasco, el Consorcio de Transportes de Vizcaya, las Diputaciones Forales de Guipúzcoa y Vizcaya, y las comunidades autónomas de Galicia, Madrid, Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Murcia, Cataluña y Castilla-La Mancha.
La calificación de la Comunidad Valenciana queda así situada en un nivel Ba3, que se puede calificar de «bono basura», que implica que su calidad crediticia es cuestionable, así como su capacidad para hacer frente a un entorno adverso.
Otros organismos de la Comunidad Valenciana cuya calificación se ha rebajado son el Instituto Valenciano de Finanzas, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (CACSA), las universidades de Valencia, Alicante, Jaume I de Castellón y Politécnica de Valencia, y la Feria de Valencia.
La agencia muestra sus dudas sobre la capacidad de las comunidades autónomas para alcanzar sus objetivos de reducción del déficit este año, dado que deben hacer frente a una refinanciación de 17.000 millones de euros, en un entorno en el que el acceso a los mercados bancarios es muy difícil.
Varias comunidades lanzaron emisiones de bonos en 2011 con un importe de alrededor de 3.000 millones de euros, a lo que hay que añadir unos 4.700 millones que vencen este año, lo que dificulta aún más su capacidad de refinanciarse.
La Comunidad Valenciana, recuerda Moody’s, fue incapaz de obtener en diciembre los 1.500 millones de euros que necesitaba.
La agencia destaca también sus dudas sobre la capacidad de los gobiernos regionales para reducir el déficit este año, después del mal comportamiento visto en 2011.
El Gobierno ha calculado que las autonomías tendrán un déficit del 2,7 % respecto del PIB, frente al cálculo inicial del 1,3 %.
Asimismo, Moody’s tiene en cuenta el deterioro del entorno macroeconómico, y calcula que en 2012 el PIB español se contraerá entre el 0,5 % y el 1 %.