Con varios cientos de miles de facturas sin pagar cuando llegó al cargo y miles de proveedores «aporreando» los despachos de la Consejería de Hacienda para saber cuándo y cuánto iban a poder cobrar lo que les debía la Junta, es normal que Arturo Romaní confiese que desde que accedió al cargo, allá por el mes de febero y en solo ocho meses, han sido muchos los días y los asuntos, «de todas las materias», que le han quitado el sueño. Pese a todo, asegura que jamás pensó en tirar la toalla, «porque es el momento de dar un paso al frente» y no quedarse en la crítica fácil o en verlo todo negativo sin aportar soluciones. También le parece increíble que su predecesora en el cargo por parte del PSOE, Marisa Araújo, interventora de profesión, «mirase para otro lado en una situación como ésta», entre otras cosas porque «por su trayectoria profesional sabía seguramente el alcance de todas las cosas que estaban ocurriendo».
«MUCHOS ASUNTOS Y DE TODAS LAS MATERIAS ME HAN QUITADO EL SUEÑO»
En los ocho meses que lleva al frente de la Consejería de Hacienda, ¿ha habido días y asuntos que le han quitado el sueño? ¿Cuáles?
¡Muchos! Je, je… De todas las materias. La cantidad de problemas que hay que resolver en el día a día es elevada. A mí me permite ser optimista pensar que cada día hay menos problemas y que estamos aportando soluciones, que vamos cada día mejor… De verdad que lo pienso… Pero la situación es muy complicada y a todos nos afecta desde el punto de vista personal, porque todo el mundo tiene familia o amigos que están en situaciones complicadas o porque medidas que aplicamos nos afectan a nosotros mismos. La situación es complicada para la gente de la calle y lo es también para el Gobierno. Pero si se ha perdido alguna noche de sueño, la doy por bien empleada.
¿Qué le causa más insomnio la deuda con los bancos o la de los proveedores?
La verdad es que los problemas que había con las obligaciones pendientes de pago, con la presión que existía hasta que se diseñó el mecanismo de pago a proveedores… Porque eran 3.000 millones de euros que estaban pendientes de pago que había que buscar de alguna manera cómo pagarlos. Ahora nos alegramos de que aquella operación fue un éxito rotundo, pero el período en el que estábamos viendo los problemas y qué soluciones había con entidades financieras, con el Ministerio, con los propios proveedores… Ahí hubo momentos complicados.
«NUNCA HE PENSADO TIRAR LA TOALLA, ES EL MOMENTO DE DAR UN PASO AL FRENTE, ES FÁCIL VERLO TODO NEGATIVO»
¿Tanto como para que pensar en alguno de esos momentos en tirar la toalla o se arrepintiera de haber aceptado el cargo?
No, no, no… Eso sí que nunca. Es el momento de dar un paso al frente… Uno se puede acomodar en la crítica, porque es muy fácil y verlo todo en negativo, pero alguien tiene que estar gestionando y dar un paso adelante y asumir que hay que arreglar los problemas, aportar soluciones y reconducir la situación. Precisamente lo que más me quejo yo de la oposición es que hacen crítica sin aportar soluciones. Y en eso se cuenta con poca colaboración por parte de la oposición, que no aportan alternativas. Para ellos la alternativa, en general, es seguir gastando lo que se gastaba y no haber bajado en ninguna partida. Es muy difícil, yo lo reconozco, pero hay que hacerlo.
«NO ENTIENDO CÓMO ARAÚJO PUDO MIRAR PARA OTRO LADO EN UNA SITUACIÓN COMO ÉSTA»
Su predecesora en el cargo en los 11 últimos años de Gobierno socialista, Marisa Araújo, era funcionaria e interventora de profesión. ¿Qué le pudo pasar a alguien con esos antecedentes profesionales y que se pasó mucho de ellos siendo la consejera menos endeudada de España, con José Bono, para acabar siendo la que más deuda firmaba, con José María Barreda? ¿Cómo se explica que se pueda llegar a una situación así?
Yo no lo entiendo, a mí me parece inexplicable, porque por su trayectoria profesional sabía seguramente el alcance de todas las cosas que estaban ocurriendo. Hacienda tiene que servir para distribuir los recursos y controlar que son esos recursos los que se consumen, porque las consecuencias son muy graves. Mirar para otro lado y dejar que se gaste sin consignación presupuestaria tiene muchas consecuencias y ahora lo estamos viendo. La consecuencia principal es un descontrol del gasto que ha conducido una deuda enorme. A mí me parece inexplicable, no lo entiendo.
¿No le encuentra ninguna explicación?
No lo puedo entender. ¿Cómo se puede mirar para otro lado en una situación como ésta?
LA AMNÍSTÍA FISCAL Y EL INSPECTOR DE HACIENDA: «ES UNA DECISIÓN CONTROVERTIDA EN TODOS LOS ÁMBITOS»
¿Cómo entiende un trabajador de la Agencia Tributaria, dedicado a perseguir a los grandes defraudadores, que un Gobierno, como el de Mariano Rajoy, amnistíe fiscalmente?
Es una discusión controvertida en todos los ámbitos, pero no deja de tener sus argumentos. Cuando uno se plantea los recursos que obtiene por esa vía y también qué otras soluciones hay subiendo impuestos o cómo se generan esos ingresos, pues a lo mejor piensa que en la situación en la que nos encontramos, en este momento concreto, no sea tan mala esa decisión e incluso que sea acertada, porque supone aflorar una gran cantidad enorme de patrimonios que estaban ocultos y que a partir de ahora van a pagar.
«POR SUPUESTO QUE CON AUSTERIDAD SOLO NO SE SALE DE LA CRISIS, EL OBJETIVO DE DÉFICIT ES UNA BASE NECESARIA PERO NO SUFICIENTE»
¿Es de la escuela de que solo con austeridad se sale de la crisis o de la de que solo con austeridad no se sale de la crisis?
Por supuesto que con austeridad solo no se sale de la crisis. El objetivo de déficit es una base necesaria para que se produzca el crecimiento económico, pero no es suficiente. Lo que no puede es producirse crecimiento económico cuando la administración consume una cantidad ingente de recursos de manera ineficiente, porque tenemos que tener en cuenta que lo que gasta el sector público hay que pagarlo. Todo este déficit acumulado de estos últimos años de 10.800 millones es deuda y cuando uno gasta lo que no tiene lo que está haciendo es gastar impuestos del futuro. Cuesta mucho esfuerzo pagar los impuestos, hay que buscar ese equilibrio que pasa por converger en un período de 2 o 3 años hasta el equilibrio presupuestario, pero además hay que hacer muchas otras cosas, que también se están haciendo.