El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado este martes en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, que se mantengan las cantidades y los fondos de la Política Agraria Europea (PAC), y que esta incluya nuevas ayudas para el olivar de secano, también conocido como de bajo rendimiento.
La ponencia de Page
Page ha participado como máximo responsable de la Asamblea de Regiones Europeas Vitivinícolas (AREV) en la ponencia «Los sectores agroalimentarios de la Unión Europea como pioneros del futuro de la UE», dentro del marco de la celebración del Global Food Forum, informa el gobierno regional.
En este contexto, el jefe del Ejecutivo autonómico ha indicado que el sector vitivinícola europeo ha de afrontar cuatro grandes retos: el comercio, el cambio climático, la respuesta a los consumidores y la PAC.
Los retos
Para Page, el primer gran reto debe ser consolidar la PAC en ayudas y cantidades; el segundo pasa por mantener las ayudas a la comercialización y a la exportación, así como favorecer los seguros agrarios que garanticen la capacidad de los productores en caso de adversidades meteorológicas.
El cambio climático es, para el presidente castellano-manchego, el tercer reto que debe formar parte de manera transversal en las estrategias de la UE, “porque el día de mañana será uno de los más importantes factores de competitividad; si lo vemos con perspectiva histórica, el que primero se adapte a los factores de consumo, contará con más ventaja”, ha aseverado.
En este contexto, también ha aprovechado para hacer alusión a los desafíos y guerras de aranceles de Estados Unidos y ha dicho que “es prioritario tener conciencia de que la única forma de conseguir un nuevo escenario comercial pasa por el trabajo en común de los países productores de la Unión Europea”, ha asegurado.
«Más Europa»
Ha reivindicado “más Europa, más protección de nuestras señas de identidad en todos los sentidos y más peso de las medidas de transición ecológica, que además de ser una exigencia moral, son anticipo de las variables de competitividad del sector a medio y largo plazo”.
El presidente de Castilla-La Mancha ha expuesto su percepción sobre el vino que pasa por convertirse en un factor identitario de la UE porque “forma parte de una forma de entender la vida, y no todo se puede someter a un parámetro económico o comercial, sino que hay que valorar distintas variables de producción y que el vino se relaciones con otros productos”.
Así, ha recordado que en un contexto en el que las industrias se deslocalizan con facilidad, “el sector agroalimentario y del vino en general representa la fidelidad económica con el territorio y asienta la población”, ha apuntado, al tiempo que ha recordado que en Castilla-La Mancha si no existiera el viñedo “estaríamos hablando de un desierto”.
Foro Mundial de la Alimentación
El Foro Mundial de la Alimentación reúne cada año a los responsables políticos de la UE, partes interesadas en agricultura y agroalimentación de varios estados miembros.
La edición de este año debate sobre ‘Los sectores agroalimentarios de la UE como pioneros del futuro de la UE’ y sobre cómo dar forma a las políticas europeas que permitan liderar una transición de modelos agrícolas hacia un mayor rendimiento ambiental y económico.
En la UE existen 2,5 millones de viticultores, con 3,2 millones de hectáreas, y el tamaño medio de la explotación de un viticultor europeo es de 1,3 hectáreas.
Castilla-La Mancha supone por sí sola aproximadamente el 50 % de la producción vitivinícola nacional, el 14 % de la europea y el 7 % de la mundial, y el vino forma parte inherente de su cultura y de su presentación ante el mundo.
Durante su intervención en Bruselas, el presidente regional ha estado acompañado por el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo y por la eurodiputada Cristina Maestre.