El alcalde Toledo, Emiliano García-Page, ha admitido hoy, ante el cambio de ubicación de la Feria de la Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama) al Palacio de Congresos, que prefiere una minifarcama a nada», aunque ha rechazado que el Gobierno regional lleve «3 años desorientando».
En declaraciones a los periodistas, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha comentado los asuntos que ayer se trataron en la reunión del patronato de Farcama, que según anunció la consejera de Empleo, Carmen Casero, este año se celebrará en el Palacio de Congresos, mientras que en 2013 fue en el Alcázar de Toledo y el año anterior, en las carpas de La Peraleda.
«Entre que se carguen Farcama, como han intentado desde el primer momento, a que lo mantengan aunque sea al ralentí y cada vez más pequeña, me quedo con lo segundo», ha comentado el alcalde que, sin embargo, ha hecho hincapié en que «en sus buenos tiempos, Farcama llegó a tener más de doscientos artesanos y ahora son entre sesenta y setenta».
Por ello, se ha comprometido «como toledano, como alcalde y lo que pueda ser en el futuro», a recuperar Farcama «con toda su potencia, con más de 200 artesanos y volver a ser la mejor feria del mundo en artesanía».
García-Page, que ha agradecido el apoyo recibido por el Palacio de Congresos para organizar este evento, ha valorado también que se mantenga en el Casco Histórico, si bien ha criticado que el Gobierno regional lleva «tres años cambiando completamente el enfoque, el destino y el sitio».
Por otro lado, ha mostrado sus dudas con respecto a las cuentas que ha presentado Farcama, pues ha recordado que el año pasado se gastaron 450.000 euros en casetas para ubicar a los artesanos en el Museo del Ejército porque «decían que el Alcázar era el sitio ideal».
En cambio, ha advertido de que el Ayuntamiento no sabe «dónde están las casetas ni para qué sirven» y ha mostrado sus sospechas e que sean «inutilizables», por ello ha pedido explicaciones a los responsables de turismo en el Gobierno regional.