El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha puesto hoy en valor el modelo de economía social que suponen las cooperativas locales, que tienen en sus trabajadores «su mejor aval» y que contribuyen a engrandecer el tejido productivo de la región.
Así lo ha manifestado Page durante su visita a la empresa maderera Losal y a la cooperativa de vino y aceite ‘Santa Catalina’, en La Solana (Ciudad Real), en la que ha estado acompañado por el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha informado la Junta en nota de prensa.
Page, en la cooperativa maderera Losal.
Martínez Arroyo ha destacado que la cooperativa maderera Losal, dedicada a la fabricación de tableros alistonados de madera maciza en diferentes estilos y en la que trabajan 43 socios, «ha sabido hacer frente a los años de crisis», logrando no sólo sobrevivir, «sino aumentar su facturación», y salir a mercados internacionales, como Marruecos y Portugal.
El consejero ha destacado que Losal es una empresa «puntera» que ha realizado permanentes inversiones para adaptarse a las demandas de sus clientes y cuyo gran activo son los socios y la creación de puestos de trabajo a medio y largo plazo.
Posteriormente, el presidente de la Junta se ha trasladado a la cooperativa ‘Santa Catalina’ de la localidad, donde ha podido comprobar las mejoras que han desarrollado en su sección de almazara con una nueva línea de producción.
La inversión ha rondado los 1,4 millones de euros, de los cuales el 43 por ciento ha sido subvencionada por el Gobierno regional a través de la línea Focal, según el consejero de Agricultura, que ha destacado el uso de los fondos públicos para «impulsar la economía regional».
Martínez Arroyo ha incidido en la apuesta que desde el Ejecutivo regional se está llevando a cabo por este modelo de cooperativas, que tienen gran importancia en municipios como La Solana, «donde mil familias pueden salir adelante y lo hacen cada vez en mejores condiciones, gracias al esfuerzo inversor que está haciendo la cooperativa Santa Catalina», ha aseverado.
Y ha agregado que, con esta actuación, la cooperativa se pone «en primera línea de negocio» en la producción de aceite, ya que se han volcado en el desarrollo de productos de mayor valor añadido en el mercado, como son los aceites ecológicos y los aceites acogidos a la Denominación de Origen Campo de Montiel.
La cooperativa Santa Catalina, que está presidida por el solanero Gregorio Martín-Zarco, quien el pasado año fue reconocido como Hijo Predilecto en el acto del Día de la Región, ha experimentado un considerable crecimiento en los últimos años tanto en su sección de bodega como en la almazara, pasando de molturar 25 millones de kilos de uva a 40 millones de kilos, y de una media de 3,5 millones de kilos de aceituna a 6 millones de kilos.
Premiada en Austria, Alemania, China y en España, sus productos se comercializan en la Unión Europea, sobre todo en Alemania e Inglaterra y en países asiáticos como China y Japón.
Su volumen de negocio ronda los 16 millones de euros anuales, de los cuales el 75 por ciento corresponden a la bodega y el 25 por ciento a la almazara.