La respetan, están en contra de la Reforma Laboral, pero consideran que hay que agotar antes otras vías de negociación.
Roberto Rincón y Ramón Caballero han explicado en rueda de prensa las razones que llevan a su sindicato (CSI.F) a no secundar la huelga general del próximo 29 de marzo «organizada por los sindicatos de clase», a pesar de estar en contra de la Reforma Laboral.
La principal razón es que sus afiliados «quieren que se agoten todas las vías de negociación» antes de ir a la huelga, porque hay «gente que no está dispuesta a asumir más penalizaciones económicas en sus bolsillos».
Desde CSI.F entienden que la Reforma Laboral «debe ser enmendada en el trámite burocrático». Y en ello están. «CSI.F está negociando y espera conseguir beneficios para los trabajadores».
Al mismo tiempo recuerdan que «CSI.F es un sindicato independiente, no va a hacer seguidismo a otros sindicatos, ni seguir un calendario político».
Consideran que la convocatoria de huelga tiene una «connotación política y electoral evidente» y que «responde a las elecciones andaluzas fundamentalmente».
Desde el sindicato recuerdan que no apoyaron la huelga cuando estaba en el Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, ni la van a secundar ahora con Mariano Rajoy.
Eso sí, recuerdan al actual presidente el compromiso que adquirió de «no tocar el trabajo del empleado público» y advierten de que no les temblará el pulso si se llevan a cabo nuevas reformas ante los nuevos objetivos de déficit fijados por Bruselas.
Además han vuelto a pedir a la Junta de Castilla-la Mancha que reconsidere ciertas medidas puestas en marchas, principalmente la que tiene que ver con el complemento por incapacidad temporal que, con la aplicación de la Ley de Garantías, los funcionarios que estén de baja no cobran nada los tres primeros días de la misma, cobran un 60 por 100 de la base reguladora del día 4 al 10, un 75 por 100 del día 11 al día 20, y un 100 por 100 a partir del día 21. Antes de su aplicación, cobraban el 100 por 100 desde el primer día.