Cada año, la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha convoca los premios Gran Selección. Una cita que reconoce a los que destacan entre los productos ya con calidad certificada que hay en Castilla-La Mancha. Pero, ¿qué debe tener un vino, un queso, un jamón serrano o cualquiera de los otros nueve productos para ser un Gran Selección?
Para seleccionar cada uno de los 21 premios que se convocan en los 12 concursos diferentes hay que pasar la prueba del algodón, que en este caso se trata de la cata de los productos por parte de un jurado experto en cada una de las categorías. Su estructura tiene diferente composición dependiendo del producto, pero todos tiene un denominador común: que resalte a los sentidos.
Todos los productos que concurren al concurso se puntúan en función de un panel de cata que determina la calidad organoléptica que poseen, es decir, las propiedades y características que se pueden percibir de ellos a través de los sentidos. Estas pueden ser su sabor, textura, aroma, color…
¿Qué productos pueden participar en Gran Selección?
12 son los concursos que se convocan, tantos como productos participan en el concurso, y normalmente se hace al inicio de la primavera.
El primero de los concursos es el de vino, donde se premiaron seis vinos en cinco categorías en el último concurso: vinos blancos, rosados, tintos de las añadas 2017 y 2016 y anterior a 2016. Para que los caldos puedan concurrir al concurso deben estar amparados por alguna de las nueve denominaciones de origen protegidas de Castilla-La Mancha, por la Indicación Geográfica Protegida «Vino de La Tierra de Castilla-La Mancha, por una marca de calidad diferenciada de Castilla-La Mancha o vinos ecológicos.
En cuanto a los quesos, la calidad deberá quedar acreditada por pertenecer a la Denominación de Origen Protegida «Queso Manchego» o bien ser quesos de producción ecológica. Dos son las categorías (calidad diferenciada y quesos artesanos) y cuatro los premios, dos en cada categoría dependiendo de la curación, puesto que hay semicurados y curados en cada categoría.
El aceite de oliva virgen extra también debe estar amparado por una Denominación de Origen Protegida de Castilla-La Mancha, por una Marca de Calidad Diferenciada de Castilla-La Mancha o ser aceites ecológicos.
Las mieles con calidad diferenciada de Castilla-La Mancha tienen que estar amparadas por la Denominación de Origen Protegida «Miel de La Alcarria», por una marca diferenciada o por ser de producción ecológica.
En cuanto al azafrán, se premia al mejor con Denominación de Origen Protegida «Azafrán de La Mancha». Los jamones serranos deberán estar amparados con Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) y estar elaborados en Castilla-La Mancha.
Las berenjenas tendrán que ser de Almagro, cómo no, y para ello estar protegidas por la Indicación Geográfica Protegida «Berenjena de Almagro», al igual que ocurre con el ajo, que ha de ser de Las Pedroñenas y pertenecer a su indicación geográfica. También se galardona al mejor melón, que en este caso tiene que pertenecer a la Indicación Geográfica Protegida «Melón de La Mancha».
La tradición ganadera de Castilla-La Mancha ha hecho que haya unas razas de cordero propias de la tierra, como el cordero de La Mancha, y por ello se reconoce en el concurso al mejor cordero con indicación geográfica protegida o con marca de calidad diferenciada de Castilla-La Mancha.
Los dos últimos productos que se pueden presentar al concurso son el Pan de Cruz de Ciudad Real y productos elaborados con carne de caza. En el caso de los últimos el requisito es que se hayan elaborado en la región, en cuanto al pan, este debe pertenecer a la Indicación Geográfica Protegida «Pan de Cruz de Ciudad Real».
Queda un último premio, el entregado en uno de los subsectores con más futuro en el sector agroalimentario, el de producción ecológica, donde se reconoce a la mejor industria en este campo.
Estos son los premiados de la última edición, la de 2018
Mejor industria de producción ecológica, Cantero de Letur, S.A., empresa especializada en la fabricación de productos lácteos ecológicos.
Mejor vino blanco de calidad diferenciada, Dominio de Baco, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Mejor vino rosado de calidad diferenciada, Artesones de Cenizate, de Bodegas Virgen de las Nieves, de Cenizate (Albacete).
Mejor vino tinto de las añadas 2016 y 2017, Laminio, de Bodegas César Blasco, de Villarrobledo (Albacete).
Mejor vino tinto de calidad diferenciada de las añadas anteriores a 2016, Divina Putea, de Bodegas Recial, de Pozo Lorente (Albacete).
Mejores espumosos a Latue Espumoso, de Bodegas Latue, de Villanueva de Alcardete (Toledo); y para Alcardet Brut 18, de Bodegas Alcardet, de Villanueva de Alcardete (Toledo).
Mejor queso semicurado de calidad diferenciada, Díaz-Miguel, de Queserías Record, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Mejor queso curado de calidad diferenciada, Querta, de Quesos La Casota, de La Solana (Ciudad Real).
Mejor queso curado y mejor queso semicurado en categoría artesanal, Quesera Campo Rus, de Santa María del Campo Rus (Cuenca).