Los ciudadanos dicen que los bancos, los políticos, los sindicatos y las grandes empresas son lo peor del país. ¿Cómo ven las pymes a estos colectivos? ¿Qué me dice del comportamiento en la crisis de cada uno de estos actores?… Le preguntamos a Ángel Nicolás, presidente de la Confederación de Empresarios de CLM y de Fedeto y no se mordió la lengua, sobre todo hablando de los sindicatos. Ahí va un adelanto de lo que pueden leer en las próximas líneas y en la entrevista que publicamos íntegramente en portada: «Sigo oyendo mucha crítica hacia la pequeña y mediana empresa y poca hacia la gran empresa o la gran banca; es decir viven muy bien».
¿Quiere decir que las grandes empresas «compran» a los sindicatos?… Lean, lean…
Los ciudadanos dicen que los bancos, los políticos, los sindicatos y las grandes empresas son lo peor del país. ¿Cómo ven las pymes a estos colectivos? ¿Qué me dice del comportamiento en la crisis de cada uno de estos actores?
Coincido… Lo que prima aquí es el capital y la ganancia de capital, a lo que yo no me opongo, estaría bueno… Lo que sí ocurre es que en un país donde la gran banca en general ha recibido casi 100.000 millones de euros para un rescate, que luego trasladan los activos a un banco malo pero que no se traslada a la ciudadanía en general… Esa subsanación del error no deja de ser chocante.
Claro, no hay una “empresa mala” que absorbe los problemas del balance de las pymes, como el banco malo se lleva los activos tóxicos de las entidades financieras.
No, no, no tenemos «empresa mala»… Ni nadie nos rescata…
“LOS SINDICATOS SIGUEN CRITICANDO MUCHO A LA PYME Y MUY POCO A LA GRAN EMPRESA, ALGUNOS NUNCA ESTÁN EN SU OBJETIVO”
¿Qué opinión le merece el comportamiento de los sindicatos?
He dedicado muchísimas horas a hablar con ellos, a entenderlos, a comprender su posición, pero hay cosas que sigo sin entender. Sigo oyendo mucha crítica hacia la pequeña y mediana empresa y poca hacia la gran empresa o la gran banca; es decir viven muy bien. En este sentido, hay algunos que se salvan de la quema y nunca están en el objetivo de los sindicatos, cuando tendrían que estar ahí. Las salvajadas de prejubilaciones, etc, etc, etc, que se ha hecho por parte de quien todos sabemos, pocas críticas y manifestaciones he visto yo que se formen contra esos. Sin embargo, contra la pequeña empresa parece que es una permanente discusión.
¿Por qué pasa eso? ¿Porque en las grandes empresas se vive mejor como delegado sindical o es más fácil?
Sin duda, sin duda. Las pequeñas y medianas empresas, las que no superan los siete trabajadores, que no tienen delegado ni enlace sindical, es una reivindicación permanente de los sindicatos ver de qué manera se puede nombrar una persona que pueda entrar en esas empresas. A nosotros no nos da miedo sindicalizar las empresas, siempre y cuando viéramos una corresponsabilidad que hoy no vemos. Por lo tanto, a cualquier empresario de pequeño tamaño le dices que su empresa se va a sindicalizar y se le ponen los pelos de punta. ¿Por qué? Porque no hay confianza en esa responsabilidad que se debe ejercer cuando una empresa entra en pérdidas…
¿En las grandes empresas no se “teme” a los sindicatos?
No, en las grandes empresas lo controlan muy bien.
¿Quiere decir que se les “compra”?
Tienen recursos suficientes como para que un señor pueda tener sus horas sindicales, etc. En una pequeña empresa no hay recursos para que una persona pueda libremente ejercer sus labores sindicales.
Había delegados sindicales, como los que estaban en el Consejo de Administración de Bankia que cobraban 180.000 euros anuales…
Por ejemplo. Es que en la pequeña empresa todo el mundo trabaja y hace muchas cosas, lo que haga falta y con la urgencia que haga falta… Eso no ocurre en las grandes, se vive de otra manera. Yo no digo que no se trabaje, pero se vive más desahogadamente, de otra manera.
“¿DE QUÉ TE SIRVE AHORRARTE EN EL PLANO LABORAL SI TE SUBEN TODOS LOS DEMÁS GASTOS?”
Y hay más margen de negociación con los sindicatos.
Muchísimo más margen. Cuando hay dinero todo es más fácil, lo fácil es gestionar con recursos y lo difícil es gestionar sin ellos, que es lo que venimos haciendo las pequeñas y medianas empresas desde el año 2007, gestionar empresas con muchos gastos y apenas ingresos. Nuestros gastos han aumentado un disparate en los años de crisis; por ejemplo, el recibo de la luz, un 60 por 100, algo vital para todas las empresas. Y a partir de ahí, todo: tributos, tasas, impuestos de todo tipo… Los gastos nos han subido un disparate, por más que hemos querido compensar con pérdida de empleo, porque desgraciadamente hemos tenido que despedir para cuadrar las cuentas de la empresa y darle un futuro… ¿De qué te sirve ahorrarte en el plano laboral si te suben todos los demás gastos?
O sea, que los empresarios, como la mayoría de los ciudadanos, también piensan mal de bancos y sindicatos.
Entre nosotros, sí.
Y, de los políticos, ¿que dicen los empresarios, en privado?
Sinceramente, incluso aquellos empresarios que han sido muy políticos, que los hay y están muy definidos políticamente, pero incluso esos ya han cambiado la percepción que tenían sobre la política.
¿Por qué?
Pues porque han pasado tantos años sin que los políticos hayan resuelto la cuestión que dices… Hoy tenemos mejores perspectivas y tenemos más alisado el camino para llevar a buen puerto a nuestras empresas, pero sigue siendo insuficiente, el problema no se ha resuelto y seguimos pensando en quién confiamos más.
¿A Bárcenas le cree una excepción o piensa que los partidos políticos juegan a esos juegos de sobresueldos y donaciones opacas e interesadas?
Quiero pensar que no, porque si yo pienso que los partidos políticos en este país funcionan como dice Bárcenas, es para hacer las maletas y largarte. Creo que Bárcenas es una excepción.