El consejero de Hacienda, Arturo Romaní, ha anunciado hoy que la morosidad del Ejecutivo regional terminará en 2014 y que a día de hoy «sólo quedan 150 millones de obligaciones de pago pendientes, de los 4.000 millones acumulados sin pagar» por parte de la Junta.
Durante su visita a la empresa industrias metálicas Peña Blanca, en Jadraque (Guadalajara), Romaní ha reiterado que el compromiso del Ejecutivo presidido por María Dolores Cospedal es que en 2014 se haya erradicado completamente la morosidad pública en la comunidad autónoma.
El titular de Hacienda ha valorado el doble efecto positivo del proceso de erradicación de la morosidad pública que está llevando a cabo el Gobierno de Cospedal: por un lado, generará unos efectos positivos en la economía después de años en los que Castilla-La Mancha se ha desenvuelto en un entorno «muy grave» de morosidad pública», ha explicado.
El segundo efecto positivo de este proceso -ha explicado- es que «cada vez que el Gobierno de Cospedal realiza un pago de obligaciones pendientes, se genera una inyección de liquidez muy importante en la economía de la región».
Así, se ha referido por ejemplo a que el Ejecutivo autonómico abonó la semana pasada 348 millones de euros a acreedores de la Junta de Comunidades, a los que habrá que añadir alrededor de 700 millones que se harán efectivos con el segundo tramo del mecanismo de pago proveedores en vigor.
Según ha recordado el consejero de Hacienda, el compromiso del Gobierno de Cospedal es llegar a fin de año sin obligaciones pendientes.
«Tenemos un presupuesto que genera ingresos suficientes para atender a los pagos, pero teníamos un volumen de obligaciones pendientes de unos 4.000 millones de euros», ha reconocido.
Tal y como ha explicado Romaní, Castilla-La Mancha está «casi al final del proceso» a la hora de solucionar el grave problema de tesorería que arrastraba.
«A día de hoy -según ha dicho- hay unos 150 ó 200 millones aún sin resolver, pero, estamos convencidos de que conseguiremos una solución», ha concluido.