La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, se ha mostrado satisfecha de que se hayan atendido los principales reivindicaciones que defendía Castilla-La Mancha en la reforma de la Política Agraria Común (PAC) y, en especial, el mantenimiento de la ficha financiera.
Soriano se ha pronunciado así, señala una nota de la Junta, al término de la primera jornada (24 de julio) de negociaciones entre el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas sobre la aplicación de la reforma de la PAC, que hoy (25 de julio) celebra la segunda y última jornada.
La consejera ha afirmado que «conservar intactos nuestros fondos era nuestra gran línea roja y la hemos defendido con ímpetu porque sabíamos que nuestro sector agrario se jugaba mucho».
En este contexto, ha destacado la partida de 97 millones de euros -de los 142 millones para el total de España- que los viticultores de la región consolidan como derechos de pago único, a lo que se sumarán nuevas partidas provenientes del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola.
Por otro lado, ha aplaudido la decisión de que se aplique un ‘modelo nacional’ de PAC, que era por el que apostaba Castilla-La Mancha, así como que se limiten los trasvases de ayudas de unos sectores a otros.
Además, ha valorado de forma positiva que se destinen el 2 % de los fondos a fomentar la incorporación de jóvenes, que se limite el número de hectáreas susceptibles de recibir ayudas o que se excluya a los pequeños productores -los que reciben menos de 1.250 euros al año- del cumplimiento de nuevos requisitos medioambientales y de los criterios de convergencia.