La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha destacado en Stuttgart (Alemania), que el mantenimiento de los derechos de plantación de viñedo ofrece un horizonte de estabilidad al sector vitícola, que veía con incertidumbre la liberalización.
Soriano, que asiste en Stuttgart a la Asamblea de Regiones Vitícolas Europeas (AREV), ha destacado la «enorme importancia» de que las regiones vitivinícolas «hayamos hecho escuchar nuestra voz junto al propio sector del vino», para que se mantengan los derechos de plantación de viñedo hasta 2019, según ha informado en una nota de prensa la Junta de Comunidades.
Según la consejera, esta unión ha permitido «dar un horizonte de estabilidad al sector, que veía con incertidumbre la liberalización».
La AREV debate en Stuttgart sobre la futura reforma del sector del vino, que en un principio contemplaba la liberalización de los derechos de plantación de viñedo a partir de 2015.
A finales del pasado mes de marzo, durante las negociaciones de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) la Comisión Europea aceptó el mantenimiento de los derechos de plantación de viñedo hasta el año 2019, fecha a partir de la cual se mantendrá un sistema de autorizaciones -aún por definir- que limite la producción.
La titular de Agricultura castellanomanchega ha recordado que con esta decisión se atienden las demandas de Castilla-La Mancha y, en general, de las regiones que componen la AREV, «evidenciando una vez más la importancia que tienen las alianzas, el diálogo y el trabajo constante de las administraciones para influir de forma positiva en decisiones que afectan a miles de viticultores».
Ha subrayado el trabajo coordinado entre el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que ha buscado aliados entre los países más fuertes de la UE, y comunidades como Castilla-La Mancha, «que hemos llevado nuestras reivindicaciones a diferentes foros nacionales e internacionales».
Asimismo, la consejera de Agricultura ha señalado que el Gobierno regional ha defendido desde el principio el mantenimiento de los derechos, ya que la liberalización conllevaba amenazas como la deslocalización del viñedo, la pérdida de patrimonio paisajístico, la sobreproducción de vino o la caída de precios».
No obstante, Soriano ha abogado por «seguir trabajando hasta el final para evitar sorpresas desagradables», ya que el texto de la reforma aún no se ha cerrado.
En este sentido, ha considerado que es importante «que la Unión Europea vea que desde la AREV nos mantenemos alerta».