La ciudad de Toledo busca ser un destino atractivo para el turista chino, que no busca lugares de sol y playa sino patrimonio, cultura e historia y para quienes España supone tan solo el 0,2 por ciento de sus salidas internacionales, por lo que tiene por delante un «enorme potencial».
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha firmado un convenio de promoción turística con el presidente de la entidad Chinese Friendly Cities, Kurt Grötsch, bajo la premisa de que el chino es un mercado «muy potente» pero también exigente y la ciudad debe adaptarse a su realidad.
Se trata, en el fondo, de reforzar la «marca España» en China con la incorporación de Toledo, según Grötsch, quien ha agregado el mayor potencial no está en los millonarios, sino en la clase media teniendo en cuenta que actualmente son alrededor de 300 millones de personas y que en 2020 se habrán duplicado según las previsiones.
El año pasado casi 300.000 turistas chinos visitaron España y su crecimiento anual se sitúa entre un 20 y un 25 por ciento, por lo que las previsiones son recibir un millón de turistas chinos en 2020, según los datos que ha ofrecido la concejal de Turismo, Ana Isabel Fernández.
En la actualidad China es el cuarto país en emisión de turistas, pero se prevé que en 2020 sea el primero, según la edil quien ha añadido que el viajero chino gasta por encima de la media, entre 2.000 y 3.000 euros, y realiza más de un viaje al año.
El Ayuntamiento de Toledo llevará catálogos a las principales ferias chinas, aumentará su presencia en las redes sociales -sabiendo que el 84 por ciento del turista chino se informa a través de las redes- y este mismo mes tendrá listo un plano turístico de la ciudad y folletos en chino además de estar traduciendo a este idioma algunas partes de su web de turismo.
EL MERCADO CHINO Y SUS PROPIAS «REGLAS»
El alcalde ha resaltado, por su parte, que el mercado chino tiene sus propias «reglas y filosofía» que el sector turístico de Toledo debe conocer, y ha resumido que en la dos últimas décadas la ciudad ha doblado con creces el número de visitantes, pasando de un millón a casi tres millones.
Esta circunstancia, de hecho, ha permitido a Toledo «atravesar muchísimo mejor que la media» de las ciudades españolas la crisis y lograr que no se «resienta» ningún establecimiento turístico.
«El futuro de nuestro turismo cultural tiene mucho que ver con que acertemos en la tecla china, y para ello hay que interpretar claramente su forma de vernos», ha señalado García-Page, que ha cuantificado el convenio con Chinese Friendly Cities en 2.500 euros anuales.
Por su parte, Kurt Grötsch ha señalado que en los últimos siete años China ha construido mil museos, lo que da idea de la demanda interna de cultura en este país.
Ha citado el ejemplo de Zaragoza, que fue una de las primeras ciudades Chinese Friendly Cities en donde los chinos ya son el primer grupo extranjero de turistas.
«Para resumir, España en China cae bien. Hay simpatía», ha manifestado Grötsch, al tiempo que el alcalde ha corroborado que «en conjunto, la opinión pública de España tiene muy buena percepción de China».
Por otra parte, tanto el alcalde como la concejal han dicho que esperan que en este principio de año comience a funcionar el servicio directo de conexión en autobús entre la terminal T4 del aeropuerto de Barajas y Toledo.