Más de 80 trabajadores del Ayuntamiento de Cuenca se han concentrado ante la sede del sindicato CSIF en el centro de la capital para pedirle que no exija la aplicación de la sentencia sobre la Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2007.
La concentración fue convocada en una asamblea de trabajadores municipales celebrada el pasado día 14 y en ella se ha pedido a CSIF que se adhiera «a un expediente de inejecución que deje las cosas como están».
Tras una pancarta en la que se podía leer «Contra los despidos, por unos sindicatos que defiendan a los trabajadores», los empleados municipales han rechazado la aplicación de una sentencia que, según han defendido, tendría consecuencias «catastróficas» para el Ayuntamiento de la capital.
En esta línea, han entregado en la sede del sindicato 250 firmas pidiendo que no se ejecute la sentencia, lo que supone las de «más de la mitad de la plantilla».
Así lo ha recordado uno de los afectados, Julián Carretero, que ha explicado en declaraciones a los medios que los procesos selectivos fueron «totalmente limpios», aunque la sentencia señale «que hubo un error en las formas».
Ha recordado a CSIF que es el único que está pidiendo que se ejecute la sentencia, y consideran que buena parte del Ayuntamiento está en contra «de algo que es injusto y que sólo ellos no quieren ver».
Asimismo, Carretero ha subrayado que ellos lo único que quieren es defender su puesto de trabajo, y ha agradecido el respaldo de los compañeros que han firmado y que han secundado la concentración.
En esta línea, ha recalcado que son los propios empleados los que están defendiendo sus intereses, y detrás no hay ningún otro sindicato.
«No venimos en representación de ningún sindicato, ni nos maneja ni UGT ni Comisiones, como ellos (CSIF) quieren hacer ver, están tergiversando la información para que no se note que están solos», ha dicho Carretero, que ha añadido «que me dejen mi puesto de trabajo, que no quiero hacer otra cosa que no sea trabajar, que me dejen mi plaza que mi mérito me costó sacar».
Los trabajadores han recordado a CSIF que su misión como sindicato es defenderles, y no insistir para que se produzcan despidos.
La sentencia obliga al Ayuntamiento de Cuenca a anular la OPE de 2007 y reiniciar todo el proceso partiendo de cero, lo que según estos trabajadores y el propio equipo de gobierno, afectará a unos 140 empleados y costará al consistorio 26 millones de euros.
El equipo de gobierno mandó al juez a principios de noviembre varios informes, entre ellos uno de la Intervención Municipal, en los que ponía de manifiesto que aplicar la sentencia supondría «la bancarrota» del consistorio.