La sección sindical de UGT en Geacam ha tachado de «aberración y engaño» de la gerencia de esta empresa pública la publicación de pruebas para la creación de una nueva bolsa de trabajo, una decisión que no descartan impugnar ante los tribunales.
En un comunicado, el sindicato ha explicado que ya existen bolsas de sustituciones en cada una de las provincias y ha lamentado que estas bolsas de «no se han usado en los últimos cuatro años, salvo en el caso esporádico» del año pasado, tras los incendios que prácticamente se simultanearon en la provincia de Guadalajara.
A juicio del sindicato, es «surrealista que sin existir aún encomienda de trabajo para 2015 para el personal fijo, ni previsiones de plazas» y toda vez que existen bolsas de trabajo formadas por profesionales que superaron los procesos selectivos, «se quieran eliminar, y crear unas nuevas, que van a suponer un auténtico engaño para quien busca un empleo».
Además, según el sindicato, la creación de una nueva bolsa de trabajo supondrá la pérdida del derecho adquirido en esos procesos de los interinos que han estado trabajando en algún momento en este sector.
También supondrá, ha calculado UGT, un «gasto innecesario» para quienes quieran presentarse a las pruebas y un «importante gasto económico» de la empresa pública para realizar los procesos selectivos.
Asimismo, UGT ha denunciado que no se han negociado las bases y la convocatoria de la bolsa de trabajo, un requisito incluido en el convenio colectivo, por lo que el sindicato no descarta impugnar la medida en los tribunales.
Por otro lado, UGT también ha denunciado la situación de 500 trabajadores que se incorporarán el 23 de marzo, un mes más tarde de lo que lo hicieron el resto de personal, una retraso que achacan a «una represalia más de los dirigentes de Geacam» que, ha calculado, tendrá un «importante coste económico» para la empresa pública.
UGT ha propuesto que los costes derivados del retraso en la incorporación del personal de Geacam y de la realización de pruebas para la bolsa de trabajo sean asumidos personalmente por el gerente de Geacam, Pedro Ruiz, por ser el «máxime culpable de tales despropósitos».